En una reciente entrevista, el director de fotografía Jan de Bont elogió la personalidad “cálida” y “divertida” del icónico actor, mientras confesó que muchas de las líneas de la película fueron improvisadas
El clásico cinematográfico “Duro de Matar” marcó un antes y un después en el género de acción gracias a la presencia del carismático Bruce Willis, cuya actuación no solo trajo una nueva profundidad al estilo sino que llenó de risas el set de filmación. Entrevistado por el copresentador Peter Billingsley en el podcast “A Cinematic Christmas Journey”, Jan de Bont, director de fotografía de la película, recordó las memorables aportaciones del actor.
Por Infobae
Eran otros tiempos para Hollywood, en los que el género de acción parecía perder frescura y se limitaba a pintar héroes invulnerables luchando contra enemigos sin rostro. Según contó Billingsley a People sobre su entrevista con de Bont, “Duro de Matar” se propuso romper esos moldes y lo logró al presentar a un héroe menos convencional y más cercano al hombre promedio. Bruce Willis, que ya disfrutaba de popularidad por su papel en la serie “Moonlighting”, resultó ser el candidato ideal para tal reto.
“Bruce era perfecto para eso porque era tan cálido y divertido”, explicó. Según él, de Bont se centró en “encontrar momentos cómicos” y adoptó un enfoque poco convencional y nunca antes visto para una película de acción: “Cuando estaban construyendo y creando todos los decorados en los pisos, simplemente escondió luces por todas partes para poder encenderlas”, contó.
La salud de Bruce Willis empeoró en los últimos meses. (Foto: AFP)
Muy al estilo de una comedia indie, este método le permitió a Willis moverse libremente por el set y reflejándose en una actuación y una esencia de la película más natural y espontánea.
Según de Bont, la estrella de 68 años “realmente adoptó esa técnica” en “Duro de Matar”. Pese a que le llevó un par de días acostumbrarse debido a que venía de trabajar en una serie de TV más estructurada como “Moonlighting”, el enfoque innovador del clásico de acción de 1988 permitió a Willis explorar su personaje de forma inédita y colaborar creativamente con el equipo.
Gracias a Bruce, que interpretó a John McClane, el proceso de rodaje fue tan orgánico que incluso los diálogos se escribían y reescribían en el momento, prácticamente improvisándose. Su icónica línea “Vengan a la costa, nos reiremos un poco” es resultado de esta dinámica, donde diferentes versiones de la frase fueron probadas hasta dar con la perfecta. “Rodaron como cinco o seis de ellas, algunas hicieron reír a Jan y arruinaron las tomas, y luego ésa fue con la que se quedaron”, afirmó Billingsley.
Duro de matar
El legado de “Duro de Matar” ha perdurado no solo por su éxito en taquilla sino también por su lugar especial en el corazón de los espectadores, que la han convertido en una película de culto y un inusual clásico navideño que se disfruta revisitar año tras año.
“Es divertido, y creo que a la gente, especialmente con las películas navideñas, le encanta volver a ver las películas de ‘Duro de Matar’. Y especialmente viendo lo mucho que han conectado con el público”, añadió en su conversación con People.
Sin lugar a dudas, la famosa cinta revolucionó el cine de acción, y tras 35 años de su lanzamiento, sigue siendo un referente del género. Pero más allá de las balas y las explosiones, fue el calor humano y el humor espontáneo de Bruce Willis lo que le infundió alma y ha logrado que, como bien dijo Billingsley, las personas “también disfruten del proceso de revivir esa película”.
Leer más en Infobae