Palestinos buscan supervivientes entre los escombros de un edificio residencial en Khan Younis, al sur de Gaza. HAITHAM IMAD EFE
La Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) se inaugura este viernes con la asistencia de alrededor de 50 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski y el presidente israelí, Isaac Herzos, en lo que será un evento marcado por las guerras en Ucrania y Gaza.
También viajarán a la capital bávara líderes de las instituciones comunitarias, como la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y líderes del continente americano, entre ellos el presidente colombiano Gustavo Petro, el mandatario guatemalteco, Bernardo Arévalo de León, y la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris.
Asimismo desembarcarán en Múnich el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y 60 ministros de Exteriores, entre ellos el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, el británico David Cameron, el español José Manuel Albares, el italiano Antonio Tajani, el chino Wang Yi y la canciller argentina, Diana Mondino.
En la lista de participantes hay también 25 ministros de Defensa, como el alemán Boris Pistorius y el británico Grant Shapps.
En los márgenes de la conferencia habrá además una reunión de ministros de Exteriores del G7, en la que también participará Borrell, y sobre la que el jefe de la diplomacia italiana, Antonio Tajani, informará posteriormente a los medios de comunicación.
Dos de los temas que acapararán toda la atención serán la guerra en Gaza y la invasión rusa de Ucrania, además de la seguridad transatlántica con la incertidumbre en el trasfondo de quién será el próximo presidente de EEUU, cuando Donald Trump ya amenaza con no proteger a los aliados que destinen al menos del 2 % de su PIB a defensa.
Especialmente Harris y Blinken tratarán de calmar las aguas después de las polémicas declaraciones de Trump, a las que se une el bloqueo, ahora en la Cámara de Representantes, de un paquete de ayuda multimillonaria para Ucrania.
La guerra en Ucrania a las puertas de su tercer año
Zelenski hablará por primera vez en persona en Múnich desde el comienzo de la guerra en Ucrania hace casi dos años después de pasar este viernes primero por París y Berlín.
El mensaje del mandatario a sus homólogos es claro: ahora no es el momento de flaquear si Europa y EEUU quieren que Ucrania gane la guerra y quieren impedir que el presidente ruso, Vladímir Putin, se sienta con libertad para atacar posiblemente a otras naciones europeas.
Según el historiador Sonke Neitzel, de la Universidad de Potsdam, “si (Putin) tiene la sensación de que EEUU no se arriesga a una guerra nuclear por Lituania podría asumir el riesgo de lanzar un ataque y dividir a la OTAN”.
El conflicto de Gaza
La segunda guerra que tendrá un papel clave en la conferencia será la de Gaza, no en vano estarán reunidos en Múnich actores calve, como Herzog o el primer ministro y ministro de Exteriores catarí, Mohamed bin Abdelrahman al Thani, cuyo país intenta mediar junto con Egipto y EEUU una tregua entre Israel y Hamás y un canje de prisioneros.
Según la organización de la Conferencia de Seguridad, también se espera a los jefes de Gobierno del Líbano, Irak y Kuwait, así como a los ministros de Exteriores de Arabia Saudí y Omán.
Son cada vez más fuertes las voces en la comunidad internacional que instan a Israel a cumplir su obligación de proteger a los civiles en Gaza, incluido en Alemania y EEUU, que reafirman no obstante en paralelo el derecho de Israel a defenderse del brazo armado de Hamás.
La presencia de representantes tanto de Israel como de varios países árabes puede permitir que la MSC se ofrezca como plataforma para diálogos, especialmente en un momento en el que Israel ha anunciado planes para una ofensiva terrestre en Rafah, donde 1,3 millones de personas no tienen ya a donde huir.
Entre aquellos que no dejan de insistir en la protección de los civiles gazatíes, se encuentra el secretario general de la ONU, António Guterres, que viajará igualmente a la capital bávara para tratar de influir en los líderes para hallar soluciones a las dos guerras en Europa y Oriente Medio. EFE