FreePik
El incidente destaca la discusión entre cortesía y derechos del consumidor en situaciones imprevistas durante viajes aéreos
Una polémica ha surgido en las redes sociales tras la decisión de una pasajera de no ceder su asiento de primera clase para permitir que un menor se sentara con sus padres durante un vuelo. La usuario de TikTok @lifewithdrsab, que pagó un billete más caro para disfrutar de las comodidades de primera clase, compartió en un video que ha alcanzado los 17,8 millones de reproducciones y más de 1,7 millones de Me gusta a su negativa a cambiar de asiento.
Por Infobae
La joven explica en el video que una azafata le preguntó si estaría dispuesta a moverse de su asiento para que un niño pudiera sentarse junto a su familia. “Eso es un no de mi parte, amigo. ¿Habrías cedido tú?”, comenta la usuaria mientras muestra su asiento. Asegura que al final se encontró una solución que no requería que ella se trasladara de su lugar y argumenta además que el niño, de unos 13 años de edad, podía viajar solo.
La decisión de la pasajera ha generado un gran debate en las redes, donde varios usuarios expresaron su apoyo a la decisión de la mujer. Entre los comentarios más destacados, algunos usuarios han dicho: “Como madre, estoy de tu lado. Si querían sentarse juntos, deberían haberse asegurado de que los asientos estuvieran juntos” o “¿Por qué su primer instinto no es simplemente cambiar al niño con uno de sus padres para que pueda estar con un tutor?”.
Hay algo que genera tensión en los aviones porque, además de generar enojo, puede ser peligroso para la seguridad del vuelo: que el celular se caiga bajo los asientos.
Otros comentarios sugieren que un niño de esa edad es perfectamente capaz de permanecer solo durante el vuelo, y critican la actitud de los padres: “¡No! ¡Querían sentarse juntos, deberían haberlo reservado de esa manera!”.
Este hecho pone de manifiesto las distintas percepciones sobre las responsabilidades tanto de los pasajeros como de las aerolíneas cuando se trata de la asignación de asientos y la comodidad de los pasajeros durante el vuelo. A menudo, las familias pueden encontrarse separadas a bordo debido a la falta de disponibles juntos, obligando a los padres a tomar decisiones in situ.
Las aerolíneas suelen tener políticas para asegurar que los menores vayan sentados al menos junto a uno de sus tutores, pero ello puede requerir negociaciones de última hora con otros pasajeros, lo cual puede no ser siempre bien recibido, especialmente si implica un cambio de clase y las comodidades asociadas a ella.
Leer más en Infobae