“El 86º aniversario del rey Juan Carlos, que se presentó como un buen momento para una celebración, empezó con un almuerzo en uno de los restaurantes del hotel Four Seasons de Abu Dabi —enfrente de Zaya Nurai— y terminó con una noche de flamenco que los invitados disfrutaron de verdad”, así comienza la crónica que la revista ¡Hola! dedicaba a la celebración del cumpleaños del rey emérito en su país de residencia, a 7.500 kilómetros de España, donde se instaló en agosto de 2020 para evitar que los escándalos relacionados con su patrimonio que entonces protagonizaba dañasen a la Corona. “Los invitados, alrededor de 100 personas, hicieron la travesía en barco desde Abu Dabi y atracaron en la isla donde vive, Zaya Nurai”, explicaban desde la publicación. “Cuando llegaron a la villa, se encontraron con un árbol de Navidad gigante decorado en rojo y blanco, una bandera de España flanqueando la puerta hasta el techo y a don Juan Carlos esperándolos con los brazos abiertos para recibirlos junto a su familia en fila”.
Por elpais.com
Entre estos 100 invitados había algunos familiares —sus hijas, las infantas Elena y Cristina, así como los dos hijos de la primera, Victoria Federica y Felipe de Marichalar, y dos de los hijos de la segunda, Pablo e Irene Urdangarín— y muchos amigos del exmonarca. De hecho, y según relataban en la publicación, la iniciativa de esta fiesta fue de Pedro Campos, compañero de regatas de Juan Carlos, además del presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo y referente histórico de la vela española, Miguel Arias, dueño del restaurante Flanagan ?donde el emérito acudía siempre en familia durante sus vacaciones en Mallorca?, el abogado Jerónimo Páez, y el doctor Eduardo Anitua, también amigo de Juan Carlos, además de su odontólogo: “Los cuatro se encargaron, con la ayuda de las infantas Elena y Cristina, de la organización”, relata la publicación. Notables también las ausencias: ni rastro de la reina Sofía, que se encuentra en Atenas para una misa en memoria a su hermano, el rey Constantino, en el aniversario de su fallecimiento. Los otros hijos de la infanta Cristina, Miguel y Juan Urdangarin, se ausentaron por motivos laborales.
De izquierda a derecha, Irene con un diseño de estampado geométrico en blanco y negro; su hermano Pablo, que la abraza por la espalda; la infanta Cristina, que viste un diseño ‘boho chic’ y sorprende con un cambio de estilo, aparece del brazo al Rey Juan Carlos, quien coge la mano de su hija mayor; la infanta Elena lleva un modelo azul marino y un collar de topacios azules e iolitas, que pertenece a la Reina Sofía, y a su lado, sus hijos, Victoria, con un vestido negro con detalles de puntillas, y Felipe de Marichalar, que vestía prácticamente igual que su abuelo y su primo, con chaqueta oscura y sin corbata
Además del nombre de algunos invitados, la popular publicación también ha dado detalles sobre la fiesta: “Cero protocolo y sin código de vestimenta”, explicaban desde ¡Hola!. La cena también fue de carácter informal: “Un cóctel seguido de un bufé a base de producto local. Lo preparó una empresa de catering de los Emiratos y se sirvió en diferentes espacios, aunque la mayor parte de la fiesta transcurrió entre el porche de la vivienda y la terraza, que tiene espectaculares vistas al mar y al jardín”. Varios invitados, como el doctor Eduardo Anitua o la infanta Elena, tomaron en algún momento de la velada el micrófono para dedicarle unas palabras al emérito: “Destacaron el papel del rey Juan Carlos como modernizador de la economía española y su figura histórica”. Desde la revista también confirman que todos los invitados se costearon tanto el viaje como la estancia.
Y, después, la fiesta
“Terminada la cena, las infantas Elena y Cristina se ocuparon de sacar la tarta con cobertura de fondant y el escudo de su padre estampado, en la que sobresalía también una fotografía suya a bordo del Bribón. Sonó entonces el Cumpleaños feliz, don Juan Carlos sopló las velas, cortó el pastel con un sable… y empezó la fiesta”. Un grupo flamenco y Antonio Romero y Rafael Ruiz, más conocidos como Los del Río, fueron los encargados de poner la nota musical: “Los del Río se arrancaron por sevillanas y, por supuesto, sonó La Macarena”. Desde ¡Hola! relatan que la fiesta se alargó hasta las dos de la madrugada, y que las infantas fueron las primeras en lanzarse a bailar. “Sus hijas alargarían la estancia unas horas más antes de separarse también —doña Cristina regresó a Ginebra y doña Elena, a Madrid— y, finalmente, don Juan Carlos volvería a quedarse solo, aunque con su nieto Felipe, de vecino”.
Explicaban desde la revista que el rey emérito “comienza 2024 con el horizonte abierto y toda la ilusión del mundo por volver al mar y a Madrid, para disfrutar de la ciudad unos días, pudiendo quedarse a dormir en el palacio de la Zarzuela”. También que, en su escala de prioridades, “lo realmente importante es estar con su familia, volver a estar juntos, como se vio en su último viaje a Madrid”. Fue durante el 60º cumpleaños de la infanta Elena, celebrado en Madrid el pasado 20 de diciembre, y que consiguió algo inusual: reunir a la mayoría de la Familia Real. Además del rey emérito, el cumpleaños de la infanta congregó a doña Sofía, a los reyes Felipe y Letizia y a casi todos los integrantes de la familia Borbón y Grecia, en una comida que tuvo lugar en un restaurante en el distrito madrileño de Chamartín.
Los invitados, la mayoría españoles, hicieron la travesía en barco desde Abu Dabi y atracaron en la isla donde vive don Juan Carlos sobre las ocho de la tarde, las cinco en España. Como avanzó ¡HOLA! en primicia, la iniciativa de la fiesta fue del armador Pedro Campos; Miguel Arias, dueño del restaurante Flanagan; el abogado Jerónimo Páez, y el doctor Eduardo Anitua