Imagen de los daños causados por el huracán Otis en el hotel Los Flamingos, donde se ubica la llamada Casa Tarzán -antigua residencia del actor estadounidense Johny Weissmuller, famoso por representar a ‘Tarzán’ en numerosas películas-, en Acapulco, estado de Guerrero, México, 31 de octubre de 2023. – Otis se estrelló contra la ciudad portuaria la madrugada del 25 de octubre con vientos de 165 millas (270 kilómetros) por hora, dejando un rastro de destrucción. La tormenta dañó o destruyó gravemente muchos edificios y provocó cortes de energía y comunicaciones. Los estantes de los supermercados quedaron rápidamente vacíos en una ola de saqueos. (Foto de Francisco ROBLES/AFP)
Ramón estuvo los dos días posteriores al paso del devastador huracán Otis encerrado en un casillero bajo los escombros de su propia casa en Acapulco y bebiendo agua a través de una manta encharcada hasta que su hija lo encontró.
Ahora, al cumplirse cinco semanas del azote del ciclón, como muchos de sus paisanos, pide al Gobierno mexicano que no los defraude para que puedan salir adelante.
“Yo perdí mi casa. (Se cayó) El techo, las paredes de mi cocina, y yo, al ver que todo estaba volando, me refugié en unos bloques que tengo ahí de concreto. Gracias a Dios, ahorita estoy contando esta historia”, dijo en una entrevista con EFE Ramón Magaña, vecino de la colonia (barrio) Francisco Villa, en la zona alta de Acapulco.
Ramón estaba solo en su casa la madrugada del 25 de octubre y al notar que su vivienda no iba a resistir se metió dentro de un casillero justo a tiempo, pero después no pudo salir del lugar debido a la presión que los escombros ejercían sobre el mueble.
Vista de la destrucción dejada por el paso del huracán Otis fuera del Aeropuerto Internacional de Acapulco en Acapulco, México, el 27 de octubre de 2023. – Las aerolíneas comenzaron a evacuar a turistas de la ciudad costera de Acapulco, en México, el viernes después de que un huracán de categoría 5 de gran escala dejara un rastro de destrucción y al menos 27 personas muertas, dijeron las autoridades. “El aeropuerto de Acapulco ya ha sido reabierto para un puente aéreo”, dijo a los periodistas en Ciudad de México el ministro de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, añadiendo que la pista no había sufrido daños importantes. Las aerolíneas comerciales traerían médicos y llevarían a turistas y locales, añadió. (Foto de Rodrigo OROPEZA/AFP)
Después de dos días, su hija logró -las telecomunicaciones permanecieron días inactivas y no había modo de desplazarse ante la ausencia de transporte público y la basura en las calles- llegar a su casa para buscarlo.
Fue entonces cuando él fue consciente no solo de que su casa había quedado inhabitable, sino también de que había perdido a seis miembros de su familia. Su cuñada, dos de sus sobrinas y tres hijos de sus sobrinas, de 7, 13 y 16 años de edad.
“Todos murieron abrazados. La verdad fue algo trágico y doloroso, la familia no lo supera porque es un dolor muy fuerte perder a seis familiares”, sentenció el hombre.
Sin embargo, Ramón regresó apenas unos días después a su puesto de trabajo en un restaurante de primera línea de playa y se considera afortunado de ello, ya que muchos otros restaurantes todavía no regresan a la actividad dados los destrozos.
“Yo me incorporé al restaurante y, claro, dice el dicho: la vida tiene que continuar. Y el trabajo es algo que te ayuda a poderte olvidar un poco de los problemas”, dijo, al añadir que está “agradecido con Dios” por haberle dado vida.
Además, la búsqueda de personas en la zona fue lenta por lo impredecible de la fuerza del huracán y la maquinaria no es suficiente. A día de hoy, más de un mes después de los hechos, permanecen cuerpos bajo los escombros.
Lodo y basura
En la colonia de Ramón y en las aledañas, además de los destrozos por las fuertes rachas de viento, el huracán, considerado el más potente de la historia de México por aumentar de categoría 1 a categoría 5 en menos de doce horas, causó deslaves que provocaron el colapso de numerosas viviendas.
Vista aérea de los daños causados por el paso del huracán Otis en Puerto Marqués, estado de Guerrero, México, el 28 de octubre de 2023. – El número de muertos por un huracán extraordinariamente poderoso que azotó la ciudad turística mexicana de Acapulco aumentó el sábado a 39, según informó la mexicana dijo el gobierno. (Foto de Rodrigo OROPEZA/AFP)
Muchos perdieron sus casas y a parte de su familia. Quienes quedaron, tratan de recuperar lo que pueden, como es el caso de Dolores Arias, vecina de la colonia Coloso, que aquella noche vio como el viento tumbó el portón de su casa, el agua empezó a entrar, se alzaron los carros y se llenó toda la primera planta de lodo. A su casa llegó maquinaria en varios momentos, pero no fue suficiente y ya se han ido.
Su calle permanece llena de lodo y basura al igual que su vivienda. “Estamos en una situación muy difícil porque el agua se nos metió en la sala, en la cocina, con lodo. Nos está costando que nos saquen el lodo y no se puede vivir aquí”, relata Dolores.
Ella, como muchos otros acapulqueños, están buscando recursos económicos propios ante la insuficiencia de las acciones de las autoridades, pero muchos lo perdieron todo.
“Hago un llamado a las autoridades para que nos vengan a brindar la ayuda que necesitamos”, terminó Dolores, y aseguró que las autoridades están poniendo más atención en la zona de primera línea de playa para tener mejor imagen y porque es donde hay más dinero, mientras que los vecinos de las zonas más marginadas no logran ni empezar a recuperarse cuando ya han pasado cinco semanas.
EFE