CIUDAD DE PANAMÁ.- La ruta de la isla de San Andrés para llegar a Nicaragua, una travesía mar abierto, comenzó a tomar importancia dentro de una oferta “VIP” que ofrecen las redes criminales para que las personas no tengan que cruzar la inhóspita selva del Darién, ahora desde que se impusieron los controles biométricos en el puesto principal de llegada a Panamá se convirtió en la nueva ruta por excelencia de la migración irregular masiva.
El ministro de Seguridad de Panamá, Frank Ábrego, resaltó que la migración por Darién ha bajado en las últimas semanas, lo que se evidencia en que por día el puesto de Laja Blanca recibe ahora 263 migrantes, a diferencia de los 3.000 del año pasado.
Ábrego explicó que en el último mes de julio y en los primeros 10 días de agosto se registró una disminución grande de viajeros irregulares que ingresan a Darién desde Colombia, con cerca de 34 mil migrantes menos, en comparación con el año pasado para esta fecha.
Al tiempo de reportar una disminución en el ingreso de migrantes irregulares por la selva de Darién, Ábrego confirmó que la isla de San Andrés, Colombia, se ha convertido en una ruta alterna para estos viajeros.
“Entendemos que los controles han disuadido a muchas personas a seguir utilizando nuestro país como ruta. Han surgido rutas alternativas a través de Colombia, que es irse hasta la isla de San Andrés y de ahí alquilar botes de manera irregular hasta Nicaragua”, afirmó Ábrego
La Procuraduría General de Colombia había informado de este corredor irregular conocido como una “ruta VIP”, que los migrantes utilizan con destino a Nicaragua, con paquetes que ofrecen los traficantes a un costo de $1.500, sin embargo, han obtenido registros de precios de hasta de $4.000. Ahora, con la avalancha de migrantes por este lugar, se desconoce si se mantienen las tarifas y las condiciones “premium” de una ruta que puede durar hasta ocho horas, dependiendo del oleaje.
Para llegar a San Andrés, los turistas lo hacen preferiblemente desde Bogotá en avión (dos horas en promedio) o en bus (diez horas en promedio).
Como «turistas» rumbo a EEUU
Los migrantes llegan a la isla como turistas, con toda la documentación legal, pero luego abordan embarcaciones que pueden ser peligrosas y exponen sus vidas en manos de traficantes, según dijo NTN24.
Es una ruta marítima, mar abierto, que también está llena de peligros. Muchos han fallecido ahogados y otros se encuentran desaparecidos.
En 2023, las autoridades colombianas rescataron 500 migrantes en altamar, a consecuencia de naufragios provocados por las embarcaciones clandestinas. Igualmente, en estas aguas unos 70 migrantes venezolanos desaparecieron en San Andrés, tras abordar lanchas en precarias condiciones de seguridad.
En diciembre de 2023, las autoridades colombianas capturaron a 24 personas que integraban una red internacional dedicada al tráfico de migrantes. Entre los capturados se encontraban cinco militares activos de la Armada de Colombia y un funcionario de Migración Colombia.
Los migrantes van en lanchas hasta el sector de Punta Norte del poblado de San Andrés, el principal núcleo urbano de la isla. Desde allí, toman otro bote y continúan una larga travesía hasta llegar a Corn Island, de Nicaragua, en donde los espera otra embarcación para hacer la última escala y llevarlos hasta el puerto de Bluefields, en las costas del país centroamericano, donde solicitan los permisos que requieren, para seguir su ruta hacia Honduras, rumbo a Estados Unidos.
El Ministro de seguridad de Panamá destacó el esfuerzo que se ha hecho para bloquear algunas rutas en la selva de Darién y habilitar una especie de cordón humanitario con la finalidad de que las personas puedan transitar por un lugar relativamente seguro, lo que ha permitido tener un mayor control.
En los primeros días del mes de julio, el Gobierno del presidente José Raúl Mulino bloqueó tres pasos no autorizados, que utilizan migrantes irregulares, identificados en las costas pacífica y caribeña, informó en su momento el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá.
Bloqueo terrestre
Además, instaló otro bloqueo de un paso terrestre que da acceso al sector del Hito de Chucurti, Guna Yala, mediante barreras perimetrales.
Panamá y Estados Unidos firmaron un acuerdo en donde la nación estadounidense financiará la repatriación de los migrantes que llegan desde Colombia y que no tienen un sustento legal para permanecer en el país.
Ábrego dijo que posiblemente a finales de este mes podría empezar el apoyo de Estados Unidos, pero que igual Panamá seguirá llevando los vuelos de repatriación.
En los últimos años, Panamá ha registrado un incremento de migrantes irregulares que cruzan la selva de Darién y el año pasado lo hicieron 520.000 personas, 60% de nacionalidad venezolana. La mayoría tiene como objetivo llegar a Estados Unidos.
FUENTE: LA PRENSA DE PANAMÁ / MIGRACIÓN PANAMÁ / REDES SOCIALES / DIARIO LAS AMÉRICAS