Las embarcaciones se enfrentan normalmente a olas de entre un metro y medio y tres metros. / GETTY IMAGES
Una avería en el motor o falta de combustible puede tornar en tragedia la travesía de decenas de migrantes que embarcados en una lancha en la costa africana sueñan con llegar a las islas Canarias.
Por BBC Mundo
“No es habitual, pero sí ha habido varios que han llegado al Caribe. Que sepamos han llegado cuatro en los últimos 5 años al Caribe”, explica a BBC Mundo Helena Maleno, portavoz del colectivo Caminando Fronteras, que lleva desde hace más de 20 años monitorizando la rutas migratorias en la zona.
“De 2018 a 2022 desaparecieron totalmente 244 embarcaciones. La mayoría se pierden en la ruta Atlántica”, indica, consciente del peligro que entraña adentrarse mar adentro en el Atlántico para evitar las patrullas costeras.
La isla de El Hierro, la más occidental de Canarias, es la última tierra a la que podrán llegar un cayuco. Más allá de esa isla, les esperan 4.500 kilómetros de solo agua hasta volver a ver tierra. Nadie sobrevive a una travesía así.
Ese fue el caso de una embarcación que llegó a Tobago en 2021 con quince cadáveres a bordo reducidos apenas a esqueletos.
El cayuco estaba registrado en Mauritania, en el noroeste de África, a unos 4.800 km de distancia, de donde había salido hacia seis meses, según pudieron saber los investigadores.
Una barca a merced de las corrientes puede tardar seis, siete u ocho meses en llegar al Caribe, dependiendo de donde se quedara sin motor.
“La ruta a Canarias es muy larga y muchas de las embarcaciones, sobre todo, las que salen de Senegal y Gambia, son de pescadores, que conocen el mar, pero no el alta mar. Conocen el mar siguiendo la costa como hacían los fenicios”, detalla Maleno.
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