Con suéter blanco, jeans azul y zapatos deportivos, la opositora, que hoy, junto a Edmundo González Urrutia, representa la “última oportunidad” de cambio de un país azotado por 25 años de chavismo que han dejado pobreza, destrucción y el dolor profundo de la separación familiar, se prepara para afrontar el final de una etapa que inició con su candidatura a las elecciones primarias, en las que arrasó el 22 de octubre con más del 90% de los votos, con el ánimo de quien se sabe victorioso.
“Buenos días, muchachos. Ya estamos listos”, dijo alrededor de las 4:00 a.m. a su equipo, conformado por alrededor de 20 personas, entre escoltas, chóferes, dirigentes y miembros del equipo de campaña opositor. También se dirigió a un pequeño grupo de prensa que la esperaba desde las 3:30 de la madrugada en los alrededores de su residencia, tras concretar el día anterior los detalles logísticos del viaje por “Signal”, un aplicación de mensajería privada “más fiable” ante la intervención de las comunicaciones telefónicas.
Ubicada en Altamira, estado Miranda (centro), la “casa” de Machado es el punto de encuentro antes de cada salida. Un lugar “bastante seguro”, si se toma en cuenta la presencia de un módulo de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM) a escasas cuadras o la presencia de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) apostados en la esquina del conjunto residencial.
El ritual
Para arrancar la jornada, en una Caracas bastante fría, en la que persiste la neblina y una constante llovizna desde la noche anterior, Machado llama a los presentes a realizar “el ritual” de cada gira, que consiste en capturar en una fotografía al grupo que se dispone a cruzar, en esta oportunidad, los 696,7 kilómetros que separan a la capital de la tierra del sol amado, Maracaibo.
Un hecho bastante significativo, teniendo en cuenta los más de 20 integrantes de su equipo que han sido detenidos o se encuentran aislados por la persecución del gobierno de Nicolás Maduro en los últimos siete meses, entre ellos, la jefa del Comando Con Venezuela, Magalli Meda, refugiada en la embajada de Argentina en Caracas desde el 20 de marzo.
Así parten alrededor de 12 vehículos en esta “nueva aventura”, acompañados por dos camionetas del año sin identificación alguna en la que, según miembros del equipo de trabajo de Machado, viajan funcionarios de la DGCIM. “Siempre nos acompañan, supuestamente para cuidarnos”, asegura uno de los conductores.
Sin mayores contratiempos, escoltados por los agentes de la policía militar y por la leve llovizna que se hizo presente las primeras horas de viaje, el grupo llegó a Barquisimeto, estado Lara (occidente), pasadas las 8:30 a.m., para retirar los vehículos que fueron vandalizados en la capital larense, donde la líder opositora pasó la noche tras el acto de campaña celebrado en Guanare, estado Portuguesa (occidente), el 17 de julio.
“Es tan resteada que se vino a buscar los carros. ¿Crees que no vamos a salir de esto?”, expresa una de las vecinas de la urbanización privada en la que se encontraban los vehículos, que se sumaron a la caravana opositora, como símbolo de la valentía y resistencia que ha demostrado Machado en los últimos meses.
Aires de libertad
En un país con crisis de gasolina, en el que, además, el gobierno controla el abastecimiento, la parada en Barquisimeto sirvió para surtir de combustible los vehículos, con bidones de 40 litros, mientras la opositora atiende a los vecinos que, enterados de su presencia, se acercaron a expresar su apoyo por el “futuro” de las familias, actualmente separadas por el éxodo de más de siete millones de venezolanos.
El viaje, tranquilo hasta el momento, se vio ralentizado por el sin fin de alcabalas policiales y militares presentes en la vía Lara – Zulia, que se vio sobrepasado por el abrumador apoyo ciudadano que se hizo presente en pueblos más apartados y humildes del occidente del país.
“Aires de libertad” soplan con fuerza en aquellas zonas rurales, víctimas de malas gestiones gubernamentales, llevándose el “polvo” que han dejado 25 años de miseria roja para dejar espacio a una nueva era de democracia.
Gracias al “boca a boca”, centenares de ciudadanos de los pueblos de Tintorero, Arenales, Carora, Puricaure, Palmarito y Morroco, en Lara, se abocaron a las calles en una caravana motorizada que iba despejando el camino para la líder opositora, hostigada en sus recorridos por funcionarios de los cuerpos de seguridad.
Última esperanza
El “y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer” y el clamor de “libertad” que resuena con energía en cada rincón del territorio nacional, también se escuchó alto y claro en Occidente, cuando la comitiva opositora traspasó las frontera del estado Zulia en el Peaje Jacinto Lara, conocido como El Venado.
Machado, cual amazona moderna, al frente de una camioneta pick up, recibió las muestras de apoyo y cariño de aquellos ciudadanos humildes, y escuchó con atención las peticiones que entre lágrimas hicieron, principalmente, a favor del reencuentro de las millones de familias que se han visto separadas en los últimos años.
“María Corina, por mi hermana, por mi hermana. Tengo ocho años sin verla”, gritaba, con la voz entrecortada, una joven en El Venado. “Tú eres mi última esperanza, no me quiero ir”, agregaba otra ciudadana, mientras la caravana avanzaba ante la mirada incrédula de funcionarios militares, que se limitaban a grabar el gran despliegue ciudadano.
En el pueblo zuliano de Santa Rica, la cruda realidad de los indígenas venezolanos, cuyos reclamos son ignorados por el Estado, se impuso. Alrededor de 20 indígenas Yukpas trancaron la calle, exigiendo la atención que le niega Miraflores y el Ministerio de Pueblos Indígenas. «Mucho tiempo andamos detrás de él (Nicolás Maduro) y no tenemos ayuda todavía. Necesitamos agua, casa, la comidita”, explicaban mujeres de esta etnia, que por más de media hora impidió el paso opositor, mientras pedían ayuda para subsistir.
“Un país decidido a ser libre”
Cerca de las 4:00 PM, después de 12 horas de viaje, la caravana opositora cruzaba el Puente Rafael Urdaneta, conocido como el Puente sobre el lago de Maracaibo, con 8.678 metros de longitud, bajo fuerte resguardo militar, que dispuso de un solo canal como doble vía, para controlar el ingreso ante la efervescencia ciudadana que acompañaba a Machado.
En Zulia, gobernado por el opositor Manuel Rosales, la mano del gobierno nacional se hizo presente, con el corte del servicio eléctrico en el Comando Con Venezuela regional y la detención de seis ciudadanos que prestarían el sonido para el recorrido de la “caravana de la libertad”, con la que la oposición cerró la campaña regional, marcada por el renacimiento de la fe, que impulsa el cambio latente en el país.
“Cuando vemos hacia atrás lo que han sido estos meses, sin lugar a dudas, ha sido una travesía épica. Empezamos con un país que estaba triste, apagado, que se sentía defraudado y comenzó a despertar, a encontrarse y a descubrir la fuerza que teníamos. Vemos como esas barreras que existieron, dividiendo a la sociedad venezolana, se han retirado y hoy hay un país decidido a ser libre y a traer a nuestros hijos a nuestra casa”, expresa Machado en declaraciones a El Nacional, en alianza con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Hoy, el dolor que ha dejado la separación de las familias es “la fuerza” que mueve a los venezolanos para que el 28 de julio se “encuentren” en las urnas electorales, asegura. Sus declaraciones son sustentadas en los cientos de testimonios que ha escuchado en los últimos meses. “Quiero reencontrarme con mi familia, quiero que todos vuelvan y estén aquí”, señala la joven Ariany Sánchez.
Derrotado por el amor
Una Machado más humana termina esta etapa de su vida, consciente del cariño y la confianza “recíproca” que, a un año de su carrera en las primarias opositoras, ha cultivado en los millones de venezolanos que se han sumado al movimiento que hoy lidera.
“El pueblo de Venezuela me abrió su corazón y yo, que siempre he sido bastante reservada con mis pensamientos y mis cosas íntimas, tuve que abrir el mío también. Hoy hay un entendimiento que a veces no necesita palabras, solo con la mirada dices mucho. Cuando nos quitan el sonido como hoy no hace falta, igual nos podemos comunicar”, explica, al referirse a la conexión que mantiene con millones de venezolanos dentro y fuera del país.
Ahora, asegura, el gobierno que ha intentado doblegarla como mujer, amiga y líder política, se encuentra “derrotado” a menos de 100 horas de los comicios presidenciales. “El régimen fue derrotado por el coraje, por el amor a la libertad y por cómo valoramos la familia en la sociedad venezolana. Este régimen fue derrotado en el corazón y en el alma de los venezolanos y en las calles de Venezuela, y lo derrotamos políticamente también porque todo el mundo está convencido que vamos a ganar”, subraya.
FUENTE: Gira de maría Corina machado al estado Zulia reseñada por la periodista Estéfani Brito DLA