Las personas sin documentos que llegaron a El Paso, Texas, a fines de 2022 fueron las primeras en tener que decidir si aprovechaban el traslado gratuito (Archivo). JOHN MOORE – GETTY IMAGES NORTH AMERICA
Los migrantes latinoamericanos que logran cruzar por la frontera sur de Estados Unidos para llegar a lugares como El Paso, Texas, se enfrentan a la obligación de elegir entre dos opciones que les presentan las autoridades: ingresar a una larga lista de solicitantes de refugio temporal o recibir un pasaje de autobús, con destino a cualquier otra ciudad de ese país. Esta peculiar medida de los gobiernos locales comenzó a ser implementada por otras localidades, como Denver, Nueva York e Illinois, ante la llegada masiva de indocumentados.
Por La Nación
Sorprendentemente, casi la mitad de los más de 27.000 migrantes que llegaron a Denver desde noviembre del año pasado optaron por la alternativa de irse a otro lugar, según datos revelados por una investigación de Associated Press y la organización Report for America.
La estrategia ha sido impulsada particularmente por estados que tienen gobernadores republicanos y están dispuestos a destinar fondos de sus administraciones para comprar boletos de autobús, avión o tren para que los recién llegados se trasladen a ciudades lideradas por demócratas, lo que ha generado tanto críticas como apoyos.
Denver
En Denver, el gasto para que los migrantes se vayan a otras ciudades supera los US$4,3 millones, pero genera costos adicionales en los destinos que sí los reciben y los atienden, dado que necesitan proporcionarles refugio, comida y asistencia médica mientras esperan la resolución de sus casos de asilo que puede tardar varios años.
Chicago
Por otra parte, la organización Catholic Charities of the Archdiocese of Chicago reportó que compró pasajes para más de 2500 migrantes que tienen familiares, amigos o patrocinadores en otros lugares del país, aunque no reveló la cantidad total de fondos que se usaron.
Florida
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, también llamó la atención el año pasado al mandar a varios inmigrantes en avión de San Antonio a Martha’s Vineyard, en Massachusetts. Este año, los legisladores estatales aprobaron US$12 millones en fondos para mantener la iniciativa de reubicación de migrantes a otros lugares.
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