Darío Perin, el argentino que emigró en busca de un desafío y logró lo impensado. Foto: @daro.perin, Instagram
Él supo aprovechar la oportunidad y se arriesgó. Con 27 años, se encontró en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, aferrándose con fuerza a sus valijas, las que guardaban los recuerdos de una vida entera.
Por Clarín
Un joven argentino que soñaba con progresar y vivir el sueño americano sacó un pasaje en el primer vuelo habilitado, luego del confinamiento por Covid-19, con destino a Las Vegas. “Extraño mucho a mi papá, pero me hace feliz poder ayudarlo desde donde estoy”, afirma Darío Perin en una entrevista con Clarín.
El joven de 31 años – oriundo de la Provincia de Buenos Aires – tomó la decisión de emigrar a Estados Unidos en noviembre de 2020, con el objetivo de crear su propio negocio en un país diferente y ayudar a su familia.
Una historia de progreso
El protagonista de esta historia nació en la capital de Argentina – Provincia de Buenos Aires – donde sobrellevó muchos cambios. Desde pequeño, sus padres hicieron todo lo que estaba a su alcance para darle lo mejor. Por necesidad, Darío tuvo que salir a trabajar a temprana edad, lo que hizo que interrumpiera sus estudios, según sus palabras.
Sin embargo, jamás le faltó el cariño y la contención de sus papás, quienes le inculcaron la fortaleza para salir adelante. Luego de mucho esfuerzo y años de trabajo, en 2017, logró costear un viaje para conocer Estados Unidos.
Al finalizar sus vacaciones, volvió a Argentina y sufrió una trágica pérdida: el fallecimiento de su madre. Con mucho esmero y determinación, Darío y su padre hicieron lo posible para sobrellevar lo ocurrido y continuar con sus vidas.
Durante ese tiempo, descubrió su verdadera pasión: la barbería. Aquel oficio que le salvó la vida en un momento tan oscuro, conforme a sus palabras. Para perfeccionarse en la materia, decidió hacer capacitaciones. Con el tiempo, se terminó convirtiendo en barbero profesional con la intención de tener su propio negocio en un futuro.
Poco a poco, se vio acorralado por la situación económica del país y comenzó a pensar en la posibilidad de progresar en otro lugar. Luego de aquella escapada – a Estados Unidos – se vio cautivado por el país de las oportunidades y evaluó su posible partida.
Llegó 2020, y con él, la cuarentena. A raíz de esto, no pudo desempeñar su profesión y optó por marcharse de su país en busca de una nueva vida. El 14 de noviembre de 2020, viajó a Las Vegas, donde residen familiares suyos, quienes lo recibieron con las manos abiertas y le otorgaron el apoyo que necesitaba.
Los primeros meses de adaptación nunca son simples, uno tiene que acostumbrarse a un idioma distinto y una nueva cultura. A pesar de esto, él lo intentó todo. Una vez que llegó, puso manos a la obra para conseguir un empleo.
Tras unos días, lo contrataron como jardinero y tiempo después pasó al rubro de la construcción. Lo que no se iba a imaginar era que un accidente laboral le iba a costar el trabajo.
Fue una señal del destino. Aquello que lo imposibilitó, se transformó en la oportunidad perfecta para dedicarse a lo que realmente le gustaba, conforme a sus palabras.
Encontró el amor y su vida cambió
Se dispuso a cortarles el pelo a sus amigos y de esa manera, con el dinero recaudado, compró las maquinas necesarias para trabajar. Lo interesante, es que en Estados Unidos se necesita una licencia para desarrollarse en el oficio, por lo tanto, Darío tuvo que cumplir con 1600 horas de estudio y rendir tres exámenes escritos.
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