Después de más de dos meses varados en el espacio, los astronautas de la NASA Sunita Williams y Barry Wilmore finalizarán su estancia inesperadamente prolongada en la Estación Espacial Internacional (EEI) y regresarán a la Tierra en febrero de 2025 a bordo de una nave de SpaceX.
La NASA anunció que el Boeing Starliner, el vehículo que llevó a Williams y Wilmore a la EEI, volverá a la Tierra «sin tripulación» debido a problemas técnicos que han impedido su funcionamiento adecuado.
Como resultado de estas complicaciones, se ha decidido extender la misión de los dos astronautas hasta febrero de 2025, cuando está programado su retorno en la nave Crew Dragon de SpaceX.
Los astronautas despegaron el 5 de junio para una misión programada inicialmente de solo ocho días, pero ahora se enfrentan a una permanencia de cerca de ocho meses en órbita.
Durante su viaje hacia la EEI, el Starliner experimentó múltiples fallos técnicos, incluyendo fugas de helio y problemas con varios propulsores. Este vehículo representaba el primer esfuerzo de Boeing por realizar una misión tripulada al espacio, respaldado por un contrato con la NASA valorado en US$4.200 millones, en contraste con los US$2.600 millones otorgados a SpaceX, la empresa de Elon Musk.
SpaceX, ya responsable de nueve misiones tripuladas para la NASA, asumirá ahora la tarea de traer de vuelta a Williams y Wilmore a la Tierra.
El equipo de Boeing y expertos de la NASA han dedicado meses a analizar los problemas técnicos del Starliner, realizando pruebas y recopilando datos en un esfuerzo por resolver las dificultades y asegurar un regreso seguro de los astronautas, aunque finalmente se ha optado por utilizar otra nave para su regreso.
Bill Nelson, administrador de la NASA, subrayó en una conferencia de prensa que «El vuelo espacial es un riesgo», enfatizando que incluso las misiones más rutinarias conllevan sus peligros, especialmente cuando se trata de un vuelo de prueba.
La seguridad de los astronautas es la máxima prioridad, afirmó Nelson, mientras se espera el lanzamiento de la misión de SpaceX a finales de septiembre, que originalmente llevaría cuatro astronautas pero que ahora llevará solo dos para permitir que Wilmore y Williams se unan a ellos y regresen a casa al final de la misión.
La NASA ha destacado que ambos astronautas, con experiencia previa en estancias prolongadas en el espacio, comprenden los riesgos asociados y «apoyan plenamente» los planes para su regreso, mientras continúan con su labor científica y el mantenimiento de la estación, incluyendo posibles caminatas espaciales.
Mientras tanto, Boeing sigue comprometido con la «seguridad de la tripulación y de la nave espacial», a pesar de los retrasos y problemas técnicos que han caracterizado el desarrollo del Starliner.