Los bomberos hicieron progresos el domingo y recibieron ayuda de una mejora del tiempo en su lucha contra los incendios forestales en una amplia extensión de terreno, que han dejado un rastro de daños en el oeste de Estados Unidos. Sin embargo, aún hacían falta nuevas evacuaciones y más recursos mientras miles de efectivos combatían las llamas.
El llamado incendio Park, el más grande en California este año, era uno de los más de 100 fuegos que ardían en Estados Unidos el domingo, según el Centro Nacional Interagencia contra Incendios.
Algunos fueron provocados por fenómenos meteorológicos, ya que el cambio climático incrementa la frecuencia de los impactos de rayos mientras el oeste de Estados Unidos sufre unas condiciones muy secas y calor abrasador.
Para el domingo, el incendio Park había quemado una zona más grande que la ciudad de Los Ángeles, oscurecía el cielo con humo y ocupaba a miles de bomberos. El fuego abarcaba más de 1.455 kilómetros cuadrados (562 millas cuadradas) en territorio interior del norte de California.
Millones de personas estaban bajo alertas por mala calidad de aire el domingo en el noroeste de Estados Unidos y el oeste de Canadá.
El incendio Park comenzó el miércoles, cuando según las autoridades un hombre empujó un coche en llamas a un barranco en Chico antes de huir. El hombre acusado de provocar el incendio fue detenido el jueves y debía comparecer el lunes ante la corte.
Los bomberos aumentaron el perímetro contenido a un 12 % el sábado, con la ayuda de una temperatura más baja y un incremento de la humedad, según las autoridades.
También había focos en el este de Oregon y el este de Idaho, donde las autoridades evaluaban los daños de un grupo de incendios designado Gwen, que el domingo afectaba a unos 111 kilómetros cuadrados (43 millas cuadradas).
En California, Paradise y otras poblaciones del condado Butte estaban bajo alerta de evacuación el domingo. Sin embargo, la situación era favorable en el frente más meridional del incendio, cerca de Paradise, según indicó al mediodía Jeremy Pierce, jefe de sección de Cal Fire, la agencia de bomberos del estado.
Las autoridades no esperaban que el fuego se acercara más a Chico, una ciudad de unas 100.000 habitantes al oeste de Paradise, y los equipos tienen previsto dedicar los tres próximos días a extinguir focos y retirar elementos peligrosos, dijo Pierce.
Tras varios días en los que se priorizó proteger vidas y propiedades en peligro, la estrategia es ahora enfrentar las llamas de frente, indicó a The Associated Press Jay Tracy, vocero del centro formado para combatir el incendio Park, en una llamada telefónica el domingo.
En el sur de California se ordenó la evacuación de unas 2.000 personas debido a un incendio en el parque nacional Secuoya. El fuego avivado por las llamas avanzaba deprisa sobre vegetación seca y había calcinado más de 155 kilómetros cuadrados (60 millas cuadradas) en cuatro días, indicó Andrew Freeborn, del departamento de bomberos del condado Kern.
No se han reportado muertes en los incendios de Park y Borel, aunque algunas personas incrementaban el riesgo para todos al ignorar las órdenes de evacuación, dijo Freeborn.
“Cuando la gente intenta ignorar las órdenes y después pide un rescate, eso aparta a bomberos de la tarea de combatir los incendios”, dijo. “Este incendio avanza a tal ritmo y con tanta intensidad que la gente no debe pensar que puede esperar al último minuto. Tienen que quitarse de medio”.
La localidad minera de Havilah y otras poblaciones se habían visto “muy impactadas” por los incendios, pero era demasiado pronto para contar las viviendas quemadas, dijo Freeborn.
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