Los príncipes Federico y Mary de Dinamarca en la recepción al cuerpo diplomático en el palacio de Christiansborg AFP
Desde que Genoveva Casanova le hizo de cicerone a Federico de Dinamarca en Madrid, las noticias sobre la familia real danesa no han dejado de sucederse hasta el punto que Margarita II hizo de tripas corazón y, aún habiendo expresado antes su deseo de reinar hasta morir, comunicó su decisión de abdicar. Quizá para franquearle así el camino a su heredero que, aparte de pasar por sus horas más bajas, por su trayectoria se le ha señalado como un príncipe ausente y díscolo que no goza del mismo apoyo que su madre.
Por La Vanguardia
Las imágenes que relacionaron al que será proclamado este domingo Federico X —al que proclaman rey este domingo tras la firma de la abdicación de su madre— con la exnuera de la última duquesa de Alba, fueron de lo más escandalosas en España, pero lo cierto es que en Dinamarca no fue la primera vez que la prensa lidiaba con las supuestas infidelidades de su príncipe heredero.
El príncipe ya tenía fama de mujeriego antes de contraer matrimonio con la australiana Mary Donaldson, pero fue en 2008, cuatro años después de casarse con Donaldson, cuando Federico fue captado en unas imágenes borrosas besando a otra mujer morena durante una salida nocturna en Copenhague. Y un año antes, una periodista danesa había afirmado que el príncipe habría vuelto a los brazos de una modelo de lencería con la que había mantenido un noviazgo años antes.
Pero la cosa no se quedó ahí. Tres años más tarde del primer escándalo relacionado con mujeres, vino otro. El príncipe fue registrado en vídeo disfrutando de la noche en un pub de la capital danesa. Estaba bailando muy pegado a una joven rubia, pero lo que más llamó la atención fue el día que sucedió. Justo la mañana siguiente tocaba celebrar el bautizo de sus hijos mellizos, los príncipes Vicente y Josefina, que acaban de cumplir 13 años.
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