AFP
Con la llegada de la temporada de premios en la industria del espectáculo en Estados Unidos siempre hay quienes quedan insatisfechos, pero la historia de la Academia de la Grabación dejando de lado a artistas latinos parece más una norma que una excepción.
Ningún latino fue nominado al Grammy a mejor álbum, grabación, canción o nuevo artista, las cuatro categorías más importantes de los premios de la música que se celebrarán el próximo domingo 4.
Para algunos críticos, esto cayó como un balde de agua fría, dado que la histórica nominación de Bad Bunny en 2023 a álbum del año parecía una señal de que la Academia de la Grabación estaba prestando atención al público de la música latina.
Pero la inclusión del primer trabajo en español en esa categoría no se volvió tendencia.
Observadores de la industria se sorprendieron de que Peso Pluma, el imparable artista mexicano que cerró el año con una seguidilla de éxitos, se quedará por fuera de la categoría de artista revelación.
El cantante de 24 años, que irrumpió en la escena global, apenas entró en la categoría de mejor música mexicana.
“Al dejarlo fuera de los premios en las categorías generales, no sólo están desairando a un artista”, escribió un crítico de la revista Rolling Stone.
“Están descartando toda una ola de nuevos talentos que está cambiando el escenario musical”.
Lo mismo ocurrió con la estrella colombiana Karol G, que fue nominada sólo en música urbana. En tanto, la megaexitosa colaboración de Shakira y Bizarrap, que rompió 14 récord Guinness con más de 60 millones de visualizaciones en un día, no entró en ninguna categoría.
El rapero puertorriqueño Eladio Carrión fue otra de las ausencias que llamó la atención de los críticos.
“Tengo la impresión de que no tuvimos tantos artistas y creadores latinos como me habría gustado”, dijo el director ejecutivo de la Academia de la Grabación, Harvey Mason Jr., en declaraciones a Billboard tras las nominaciones.
“Tenemos que llegar más a las comunidades latinas y asegurarnos de que representamos la música con exactitud. Estamos oyéndolos para ver qué podemos hacer para asegurarnos de tener el número de miembros y la representación adecuada”.
“Reajuste”
Los artistas latinos han mostrado buen desempeño en todos los géneros, pero la música regional mexicana es la que ha crecido de forma exponencial, lo que hace aún más visible la falta de reconocimiento de la Academia.
Su auge ha sido visto cómo una nueva generación de artistas que fusiona los corridos tradicionales -baladas que se hicieron populares hace más de un siglo, durante la revolución mexicana- con influencias del rap o el reguetón.
Peso Pluma ha enfrentado críticas por abrazar el subgénero del narcocorrido, que gira en torno a la cultura del tráfico de drogas y divide voces entre quienes lo ven como una glorificación de lo ilícito y quienes piensan que es una crónica con componente social.
Pero, en cualquier caso, su trabajo, así como otros estilos regionales mexicanos, cuentan con una ferviente base de seguidores dentro y fuera de su país, que tiene poder de permanencia tanto en las plataformas de streaming como en las redes sociales.
En 2023, colaboraciones con sello regional mexicano se impusieron por primera vez en las carteleras de Billboard: Grupo Frontera junto a Bad Bunny en el primer lugar con “un X100to”; Eslabon Armado y Peso Pluma con el hit “Ella Baila Sola”, y “La Bebe” también de Peso Pluma pero con Yng Lvcas.
“Lo que está ocurriendo ahora es un reajuste, no sólo de la música regional mexicana, sino de lo mexicano y de la identidad mexicana en Estados Unidos”, afirma Juan Carlos Ramírez-Pimienta, profesor de la Universidad Estatal de San Diego especializado en corridos .
“Tiene mucho que ver con la erosión del inglés y de la música estadounidense como ‘la música del mundo’”, agregó.
“Proceso de discriminación”
Al igual que otros géneros, la música latina tiene sus propias categorías entre la lista de más de 90 premios Grammy que se entregan. Pero, además, cuenta con su propia premiación.
La Academia Latina de la Grabación, establecida en 1997, celebra desde el 2000 los Grammy Latinos para reconocer especialmente la música en español y portugués.
El escritor y profesor de la Universidad de Columbia, Ed Morales, ve la expansión como “una gran oportunidad de promoción para la industria de la música latina”, pero es una espada de doble filo.
“La creación de los Grammy Latinos puede ser usada como excusa para aislar y reducir la necesidad de representación en los Grammy convencionales”.
Ambos académicos coinciden en que la marginación de la música latina en los premios de la industria es similar a las dificultades que enfrentaron durante décadas los artistas de hip hop, hasta ver estas barreras caer en años recientes.
“Es el mismo proceso de discriminación”, dijo Ramírez-Pimienta.
Por lo que el reconocimiento puede ser una cuestión de tiempo. “Los latinos no deberían ser estos perpetuos forasteros”, dijo.
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