El Nacional por Antonieta Jurado
Desde 1936, fue creciendo el interés por fomentar la inmigración en Venezuela. Tal y como lo reconoció el presidente Eleazar López Contreras al plantear la imperiosa necesidad de poblar el territorio venezolano, para lo cual se requería del aporte de inmigrantes que pudieran contribuir a la prosperidad del país.
Precisamente en aquel mismo año estalló la Guerra Civil en España que condujo a la emigración de miles de personas que buscaban refugio en el continente americano.
Esta fue la primera oleada de inmigrantes españoles cuyas motivaciones para abandonar su tierra eran de carácter político.
La segunda oleada se registró a partir de 1948 y obedeció más bien a problemas económicos debido a las penurias que estaba atravesando la población, como consecuencia de la devastación ocasionada por la Guerra Civil. Trágicos acontecimientos conmovieron el escenario europeo en el transcurso de la década de los treinta. A la profunda depresión económica se sumó el impetuoso avance de tendencias totalitarias cuya expresión más clara se encontraba en el fascismo y el nazismo.
Asimismo, la Unión Soviética estaba en proceso de convertirse en una potencia hegemónica en Europa oriental, y pretendía extender su radio de acción hacia el mundo occidental.
La transición en Venezuela y la llegada de españoles
Estas corrientes políticas alimentaron y agudizaron las rivalidades y conflictos surgidos en España a raíz de la instauración de la República, contexto en el que la agitación política iba cobrando mayor intensidad día tras día hasta desembocar en la Guerra Civil que estalló en 1936, a cuyo término se entronizó un régimen dictatorial que permaneció en el poder a lo largo de más de tres décadas.
Venezuela se hallaba en plena transición política después de la conclusión de 27 años de la dictadura de Juan Vicente Gómez. En medio de este ambiente en el que se respiraban aires de renovación, se comenzaron a diseñar proyectos enfilados al desarrollo de la agricultura e industria con miras a materializar la modernización económica e institucional.
Desde 1939 comenzó a ingresar a Venezuela una cada vez más numerosa comunidad de inmigrantes españoles, ocupando al principio en la mayoría de los casos empleos de baja calificación, para ascender luego en sus puestos de trabajo, o bien aventurarse a crear negocios por cuenta propia, muchos de los cuales habrían de convertirse en el transcurso de algunos años en exitosas empresas que han representado un significativo aporte al adelanto de la economía venezolana.
Recordar el proceso de inserción de los inmigrantes españoles en Venezuela es el objetivo del presente artículo en el que se analizan las políticas de fomento a la inmigración desde la segunda mitad de los años treinta y el desarrollo de las colonias agrícolas y de otras actividades económicas.
Aporte social de la emigración española en Venezuela
Finalmente, se hace referencia a una serie de casos representativos de este flujo migratorio que permite perfilar una significativa dimensión de la historia empresarial en Venezuela.
En ese tiempo surgió gran interés por recibir inmigrantes vascos tomando en consideración que se trataría de profesionales que podrían contribuir al desarrollo venezolano. Una de las voces más contundentes en favor de los vascos fue la de Simón Gonzalo Salas, quien redactó en 1938 un folleto manifestando su respaldo a esos inmigrantes. Consideró que en aquel momento había en Francia alrededor de 80.000 vascos exiliados que estaban aguardando por una autorización para trasladarse a Venezuela. En el folleto asumió la defensa de los vascos que habían sido descalificados por sus opiniones políticas. Al respecto, planteó que no tenían ideas extremistas y que no significarían ninguna amenaza para Venezuela porque eran “huérfanos de su propia patria”, por hallarse en el exilio en Francia tras haber luchado por la causa republicana. Esta posición fue compartida por Arturo Uslar Pietri, quien también apoyó las negociaciones entabladas para la entrada de vascos al país.
La inmigración española a Venezuela en el siglo XX fue significativa, y muchos de estos inmigrantes jugaron roles fundamentales en el desarrollo industrial y empresarial del país. Estos españoles no solo se adaptaron a su nuevo hogar, sino que también contribuyeron al crecimiento económico de Venezuela, creando importantes empresas e industrias en diversos sectores.
José Moradell: Primer editor del diario El Nacional.
Pedro Grases: fue un destacado intelectual, historiador, bibliógrafo y educador español que tuvo un profundo impacto en la cultura y la educación en Venezuela. Nacido en Barcelona, España, Grases emigró a Venezuela en 1939, huyendo de la Guerra Civil Española. Su llegada a Venezuela marcó el inicio de una larga y fructífera relación con el país, durante la cual desempeñó un papel crucial en el desarrollo de la investigación histórica y la promoción de la cultura.
Miguel Caballero León: fundador de Leche Pascual, Miguel Caballero León es un ejemplo destacado de un emigrante español que encontró éxito empresarial en Venezuela. Aunque Leche Pascual es más conocida como una marca española, sus inicios están fuertemente vinculados a la aventura empresarial de Caballero en Venezuela, donde inicialmente estableció sus operaciones antes de expandirse internacionalmente.
Francisco Rodríguez Sobral: conjuntamente con Libertad, su esposa, Berta para los allegados, y cientos de extraordinarios gallegos más, creó una gran empresa de festejos, muy relacionada con la gastronomía venezolana y nuestra idiosincrasia: Festejos Mar.
Entre tanto, Venezuela ha tenido varios presidentes con ascendencia española, reflejo de la historia migratoria del país y de la influencia española en su conformación social y política. Entre ellos se encuentran:
Rómulo Betancourt (1908–1981): Considerado uno de los fundadores de la democracia moderna en Venezuela, sus padres eran inmigrantes de las Islas Canarias. Betancourt fue presidente en dos períodos, 1945–1948 y 1959–1964.
Raúl Leoni (1905–1972): Su mandato como presidente de Venezuela transcurrió de 1964 a 1969. Leoni tenía ascendencia corsa y española.
Carlos Andrés Pérez (1922–2010): Con raíces familiares que remontan a Tenerife, en las Islas Canarias, Pérez fue presidente en dos períodos no consecutivos, 1974–1979 y 1989–1993.
En la historia de la inmigración española a Venezuela hubo distintas olas migratorias desde finales del siglo XIX hasta la segunda mitad del siglo XX, poniendo especial atención en el periodo posterior a la guerra civil española, cuando el flujo de inmigrantes españoles a Venezuela se intensificó notablemente.
La integración en la sociedad venezolana, la formación de redes comunitarias y asociaciones, y su influencia en la cultura, la educación y las tradiciones venezolanas fue muy importante.
Por ello, en este trabajo se reflexiona sobre los desafíos y las adversidades que enfrentaron los inmigrantes españoles, incluyendo la adaptación a una nueva sociedad y el manejo de la nostalgia y la identidad cultural en un contexto extranjero.
En ese sentido, no solo se celebra las contribuciones de estos inmigrantes al desarrollo de Venezuela, sino que también se ofrece una visión crítica de las políticas migratorias y las relaciones entre España y Venezuela a lo largo de los años.
La importante diáspora española en Venezuela y su legado perdurable sirve como un recordatorio del poder de la migración para transformar sociedades y forjar lazos duraderos entre naciones.
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