A raíz del devastador terremoto de agosto de 1886 en Charleston, Carolina del Sur, William John McGee, del Servicio Geológico de Estados Unidos, inspecciona una fisura cerca de una casa destrozada en Tradd Street. Crédito: John Karl Hillers/Biblioteca del Servicio Geológico de EE.UU.
Luego de terremotos muy fuertes se suele esperar que ocurran réplicas en las horas y días siguientes, pero es posible que, casi 200 años después, aún se estén produciendo réplicas de algunos de los sismos más intensos en la historia de Estados Unidos, según una nueva investigación.
Por CNN
Las frecuentes réplicas derivadas de tres terremotos que ocurrieron cerca de la frontera entre Missouri y Kentucky entre 1811 y 1812, y un terremoto distinto en Charleston, Carolina del Sur, en 1886, probablemente continúan hoy en día, según un estudio publicado recientemente en el Journal of Geophysical Research: Solid Earth.
Una de las regiones en las que se enfocaron los investigadores, llamada zona sísmica de New Madrid, abarca el área de la actual ciudad de Memphis y el área circundante del valle medio del río Mississippi, mientras que la la otra incluye Charleston y la llanura costera que lo rodea. La actividad sísmica en estas regiones relativamente estables de Norteamérica no se comprende bien y su naturaleza es objeto de debate entre los científicos, escribieron los autores del estudio.
“Se utiliza el tiempo, la distancia y la magnitud de los eventos, y se intenta encontrar el vínculo entre dos eventos; esa es la idea”, dijo en un comunicado de prensa el autor principal del estudio, Yuxuan Chen, geocientífico de la Universidad de Wuhan en China. “Si la distancia entre un par de terremotos es menor de lo esperado por los eventos de fondo, entonces es probable que un terremoto sea la réplica del otro”.
Una fotografía sin fecha del Servicio Geológico de Estados Unidos muestra una zanja y una cresta de deslizamiento de tierra en Chickasaw Bluffs, al este del lago Reelfoot, Tennessee, como resultado de los terremotos de New Madrid de 1811 a 1812. Crédito: ML Fuller/Servicio Geológico de EE.UU.
Los eventos de fondo, también conocidos como sismicidad de fondo, refieren básicamente a la tasa actual de actividad sísmica que se considera normal para una región específica.
Los investigadores encontraron que aproximadamente el 30% de todos los terremotos ocurridos entre 1980 y 2016 cerca de la frontera entre Missouri y Kentucky, todos de magnitud 2,5 o mayor, fueron probablemente réplicas de los tres grandes terremotos que azotaron el área en 1811 y 1812, que registraron magnitudes entre 7,3 y 7,5. En el área de Charleston, los hallazgos mostraron que aproximadamente el 16% de los terremotos actuales de la región probablemente fueron réplicas del terremoto de magnitud 7,0 de 1886.
Poder identificar si los terremotos modernos son en realidad réplicas de grandes terremotos anteriores, o son terremotos nuevos y no relacionados, es importante para comprender el riesgo de desastres futuros de estas regiones, incluso si la actividad sísmica más reciente causa poco o ningún daño, dijeron los investigadores.
Terremotos o réplicas
La actividad sísmica moderna que estudiaron los investigadores es probablemente una mezcla de réplicas de los grandes terremotos del siglo XIX y sismicidad de fondo, dijo Chen.
“En algunos aspectos, los terremotos parecen réplicas si nos fijamos en la distribución espacial, pero los terremotos podrían estar muy agrupados por un par de razones”, afirmó Susan Hough, geofísica del Servicio Geológico de Estados Unidos que no participó en el estudio. “Una es que son réplicas, pero también podría haber un proceso de propagación que no es parte de un proceso de réplicas. Aún es discutible qué significan exactamente sus resultados”.
Otra cosa a considerar al tratar de determinar si un terremoto es una réplica es qué tan sísmicamente activa (o inactiva) es normalmente la región, dijo Hough.
“En un área donde los pequeños terremotos son comunes, no toma tanto tiempo para que las tasas de réplicas caigan por debajo de la tasa sísmica normal”, dijo Hough. “Las secuencias de réplicas en áreas relativamente tranquilas podrían parecer durar más simplemente porque hay menos actividad sísmica de fondo”.
El debate sobre las réplicas de larga duración
Hough fue coautor de un estudio similar de 2014 que utilizó numerosos modelos informáticos para comprender la actividad en la zona sísmica de New Madrid y llegó a una conclusión diferente.
“¿Son réplicas de 1811-1812 los pequeños terremotos en la zona sísmica de New Madrid o no?” comentó Hough en un correo electrónico. “Lo hemos investigado y no parece consistente con una secuencia de réplicas de larga duración”.
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