BRASILIA.- Bandas criminales operan en más de un tercio de los municipios de la selva amazónica de Brasil, lo que impulsa un auge de la violencia, según un informe publicado por el Foro Brasileño de Seguridad Pública, una importante organización sin fines de lucro
En 2024, las pandillas estaban presentes en 260 de los 772 municipios en la Amazonía, frente a las 178 del año pasado, según el Foro Brasileño de Seguridad Pública. La expansión territorial de las organizaciones criminales y las disputas por territorios entre las bandas rivales convirtieron a la Amazonía en la región más violenta de Brasil, dijeron los responsables de la investigación.
Entre las 260 ciudades están presentes grupos del crimen organizado y 175 eran dominadas por un único grupo.
El afianzamiento de organizaciones “mafiosas”, en particular el Comando Vermelho y el Primer Comando Capital (PCC), “agrava enormemente la situación en la Amazonia Legal, que ahora es vista como un territorio muy estratégico para el tráfico transnacional, con la circulación de diferentes mercancías ilícitas”, escribieron los autores en la tercera edición del informe titulado “Cartografías de la violencia en la Amazonía”.
Se expone un preocupante escenario de conflictos en donde se producen homicidios y otras dinámicas criminales, así como daños irreparables a la biodiversidad amazónica, provocando afectación a la supervivencia de los pueblos indígenas.
Estos conflictos pueden producirse como resultado de lógicas de exploración y uso de la tierra, como la deforestación y el acaparamiento de tierras para el avance de los monocultivos, la agricultura, la extracción ilegal de minerales en sitios mineros, o el control del blindaje territorial ejercido por grupos criminales, facciones para la venta minorista y/o transporte de drogas y otros mercados.
La expansión de las bandas oriundas del sureste de Brasil y sus alianzas o disputas con grupos locales en la Amazonía avanza con una velocidad sorprendente, alerta el informe.
En cualquier caso, deja claro que, principalmente, a través del control sobre el uso de la tierra y los territorios, las organizaciones criminales ya dominan sectores estratégicos de la infraestructura crítica de la región, entendida como el conjunto de sistemas, instalaciones y activos esenciales para el funcionamiento de la sociedad y la economía, revela el informe.
FUENTE: Foro Brasileño de Seguridad Pública/ Infobae / Diario las Américas