CIUDAD DE MÉXICO.- La reciente reanudación de los envíos de petróleo mexicano a Cuba ha captado la atención internacional, marcando un importante punto de inflexión en las relaciones energéticas entre ambos países. Este movimiento estratégico, confirmado por Jorge Piñón del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas, resalta la complejidad y los desafíos que rodean esta colaboración bilateral.
El tanquero Delsa, propiedad del conglomerado militar cubano GAESA, llegó a México para cargar combustible en instalaciones de PEMEX, siguiendo los pasos del buque cubano Vilma que realizó una operación similar la semana pasada. Ambos buques están bajo sanciones del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, lo que agrega un componente adicional de tensiones y diplomacia a este comercio.
Según reseña Diario de Cuba, informes de monitoreo marítimo precisan que el Delsa se encuentra actualmente en el fondeadero de Coatzacoalcos/Pajaritos esperando para iniciar la carga, mientras que el Vilma ya ha partido con aproximadamente 400.000 barriles de crudo ligero mexicano. Estas acciones subrayan no solo la reanudación operativa, sino también la importancia estratégica de estos intercambios para la economía cubana durante 2023 y principios de 2024.
Durante el período de suspensión de estos envíos, México se consolidó como el segundo mayor proveedor de petróleo para Cuba, después de Venezuela, cuyos envíos han mostrado una disminución constante. Este cambio en los flujos energéticos ha sido objeto de escrutinio por parte de expertos, quienes han documentado 32 viajes de buques desde puertos mexicanos hacia diferentes destinos en Cuba desde marzo de 2023.
El debate sobre el financiamiento de esta cooperación energética continúa siendo delicado, con declaraciones contradictorias por parte de funcionarios mexicanos de alto nivel. Mientras que el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó la posibilidad de considerar estos envíos como donaciones, dirigentes de PEMEX negaron esta caracterización, añadiendo una capa adicional de complejidad a la percepción pública y la narrativa oficial.
La reanudación de los envíos de petróleo de México a Cuba representa un cambio significativo en el panorama regional y global, donde convergen consideraciones políticas, económicas y diplomáticas complejas. Esta renovada colaboración energética entre ambos países enfrenta desafíos notables, que no solo afectan a los actores estatales y empresariales involucrados, sino que también tienen implicaciones más amplias en el contexto geopolítico de América Latina y el Caribe.
FUENTE: Con información de Diario de Cuba