El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, pronuncia un discurso después de jurar durante su ceremonia de toma de posesión frente al Congreso en Buenos Aires el 10 de diciembre de 2023. – El economista libertario Javier Milei prestó juramento el domingo como presidente de Argentina, después de una contundente victoria electoral impulsada por la furia por la La crisis económica del país. “Juro por Dios y por la patria… desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de Presidente de la Nación Argentina”, dijo al prestar juramento, antes de que el presidente saliente, Alberto Fernández, le colocara la banda presidencial sobre los hombros. (Foto de Luis ROBAYO/AFP)
Javier Milei va a cumplir su primer mes de gobierno en coincidencia con las reuniones que programó Diputados para comenzar a tratar su megaproyecto de ley, a mitad de la semana que viene. Demoró más que otras gestiones para activar la maquinaria legislativa, en buena medida pero no únicamente por la condición minoritaria del oficialismo en el Congreso. Eso mismo expuso la necesidad y la complejidad de los acuerdos para ordenar comisiones y consagrar autoridades en las dos Cámaras. Lo que viene, ahora, es el real desafío de construcción política y gestión: se verá si se imponen criterios de negociación o de cerrazón, en minoría, para una batalla de horizonte incierto.
Eduardo Aulicino // Infobae
El primer mes de Milei presidente fue marcado también por el enorme DNU inicial, que ya abrió el frente judicial y seguramente sumará varios capítulos antes de llegar a la Corte Suprema. La vía del Congreso para el decreto está abierta. Por supuesto, el cuadro heredado y el respaldo del balotaje se combinan como partes centrales de un capital significativo para el Gobierno, que busca exponer decisión y a la vez da pasos a contramano de sus planes, frente a un dato mayor: la velocidad de los tiempos en medio de la crisis.
La magnitud del proyecto y apenas antes el DNU expusieron de entrada el mensaje político. El texto de ley retoma y amplía experiencias anteriores de menú muy amplio -desde cuestiones fiscales y previsionales hasta educación y salud-, acompañadas por la demanda de delegación legislativa en el Presidente. La velocidad varía con la historia -diez días para los “súper poderes” presidenciales en la última etapa del peronismo/kirchnerismo- y también es diferente el entramado de alianzas que lo hace posible. Son dos interrogantes en estas horas.
El Gobierno convocó a sesiones a extraordinarias hasta fines de este mes. Más allá del discurso, podría extenderlas en febrero si el trámite avanza. Diputados recién encarará el plenario de tres comisiones el martes y seguirá el miércoles. El debate no asoma fácil y aún en velocidad, después quedaría la instancia del Senado. Antes del ritmo, deberá quedar clara la decisión política.
El Gobierno, que no actúa de manera uniforme, produjo esta semana un gesto que en medios legislativos nadie se anima a definir como antecedente o excepción. Los cinco gobernadores del Sur -un peronista/kirchnerista, un integrante del PRO y tres de expresiones provinciales- se plantaron en contra de los artículos referidos al régimen pesquero. La respuesta fue negociar aclaraciones o cambios en ese tramo del megaproyecto. Se verá cómo concluye.
Los crujidos, algunos muy promocionados, entre duros y blandos del oficialismo se escuchan en el Gobierno y en el Congreso. Hay ya figuras que resumirían el cuadro: por ejemplo, Nicolás Posse y Guillermo Francos. De todos modos, está claro que lo que está en juego en Diputados supera esa instancia. Se trata de la ley crucial para el inicio de Milei.
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