El abrupto recorte de gastos que el presidente de derecha radical Javier Milei promociona con una motosierra en sus manos logró reducir la galopante inflación de Argentina, pero el costo para la población se está revelando en áreas sensibles como el tratamiento para enfermos con VIH.
En medio de reducciones en las partidas de educación y salud que derivaron este año en amplias protestas sociales, el presupuesto para los tratamientos gratuitos contra el VIH cayó en 2024 un 67% y caería un 46% en el 2025 en términos reales, lo que podría generar otro foco de conflicto para el Gobierno que asumió hace un año.
De las 140.000 personas portadoras de VIH en Argentina en 2023, 70.000 dependían en 2024 del tratamiento suministrado por el sistema público, según el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud, lo que implicará interrupciones en los tratamientos de miles de personas por el recorte de gastos, según diversas ONGs.
«Vengo tomando medicación vencida desde mayo. Ahora en octubre me dieron medicación hasta febrero, que vencía en noviembre”, comentó a Reuters Claudio Mariani, de 59 años, que conoció su diagnóstico positivo de VIH en 1993.
«En mi caso, por ejemplo, estoy haciendo ahora el test de carga viral pero no se cuándo voy a tener los resultados», agregó.
El presupuesto oficial para el Programa 22, dedicado al tratamiento público y gratuito contra el VIH, se mantuvo sin cambios en 2024 en 21.000 millones de pesos (21 millones de dólares a la cotización actual) pese a la inflación del 211,4% que sacudió al país en 2023.
Para el año próximo, el proyecto de presupuesto aún no aprobado por el Congreso argentino prevé una partida de 23.000 millones de pesos para el mismo programa, cuando se espera una inflación del 105,1% en 2024, según estimaciones privadas.
Milei ha logrado estabilizar la economía y reducir la inflación en un año de gestión, aunque el indiscriminado recorte del gasto público ha aumentado el desempleo y la pobreza, un desafío que el presidente ultraliberal deberá afrontar para mantener su popularidad.
Menos tratamientos
A poco de conmemorarse el 1 de diciembre el Día Mundial de la Lucha Contra el Sida, algunas ONGs se mostraron preocupadas por una escasez de medicamentos y reactivos.
La Fundación Huésped destacó que el Gobierno ofrecerá el año próximo al menos 9.000 tratamientos menos de los necesarios pese a no haber pruebas de una disminución de los casos. Por el contrario, el Boletín Epidemiológico consideró que habría un aumento de diagnósticos tardíos.
«El 40% de los diagnósticos de VIH se da en personas que ya están en un estadio avanzado de la infección. Esas personas han requerido internación, tratamiento para infecciones oportunistas y una serie de cuidados médicos que podrían haberse evitado si el diagnóstico hubiese sido más temprano», explicó Leandro Cahn, director ejecutivo de la Fundación Huésped.
«Todos estos recortes, lejos de ahorrar dinero, además de todo lo que le generan a las personas, generan más costos», señaló.
El Gobierno no respondió a las consultas de Reuters.
Debido al elevado costo del tratamiento contra el VIH, llamado Antirretroviral Altamente Activo y que consiste en una combinación de medicamentos, muchos pacientes no pueden pagarlo.
«El tratamiento es permanente. No se puede sustituir ni interrumpir», señaló a Reuters el infectólogo especialista en VIH Luis Trombetta.
Mientras que la cantidad de preservativos distribuidos por mes por el Gobierno cayó en 2024 a 209.328 desde los 503.460 del año previo, según el Ministerio de Salud, para 2025 se prevé también un recorte en la compra de reactivos para carga viral, test rápidos y pruebas de sífilis.
Actualmente en Argentina -pionera regional en el tratamiento gratuito de la enfermedad- se estima la aparición de 6.400 casos nuevos por año, según el Ministerio de Salud. La reducción de su tasa de mortalidad tiene que ver con el cumplimiento permanente del tratamiento.
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