LA HABANA.– El manifestante del 11J Yosandri Mulet Almarales falleció en el hospital Julio Trigo de La Habana, donde permanecía ingresado tras un intento de suicidio, el segundo durante su cautiverio, informaron familiares del preso político que recibieron este lunes la noticia del deceso, publicó el activista Marcel Valdés en sus redes sociales.
Mulet Almarales cumplía una condena de diez años por las protestas del 11 y 12 de julio en el barrio de La Güinera, en La Habana. Ejecutó el 22 de agosto un segundo intento de quitarse la vida durante un pase del campamento penitenciario donde realizaba trabajo forzado, reseña el portal web Diario de Cuba.
Entonces, el activista Marcel Valdés dijo que el prisionero estaba «entre la vida y la muerte» en la institución hospitalaria donde finalmente murió este lunes. Estuvo tres días en terapia intensiva agonizando.
«Él iba con su papá para el campamento correccional pues debía regresar ese viernes de su pase. El papá se entretuvo y él continuó caminando. Cuando fue a buscarlo, no lo encontró. Entonces viró para la casa a ver si estaba acá, pero no. Luego, se enteró que se había tirado un muchacho del puente y era él. Pero él ya tenía en su mente suicidarse. Él no quería estar preso. Estaba muy alterado, dejó la merienda y otras cosas que debía llevarse», relató a Martí Noticias su tía política Idalmis Salazar González.
El Centro de Documentación de Prisiones Cubanas recordó en la red social X que en junio de 2022 Mulet Almarales también intentó suicidarse en el Combinado del Este donde estaba recluido.
Después del suicidio fallido, las autoridades judiciales se negaron a otorgarle una licencia extrapenal. En su lugar lo pasaron a un régimen menos severo en el Campamento de Trabajo Correccional Toledo, en el municipio Marianao, donde tenía derecho a breves estancias en su hogar.
La organización Justicia 11J incluyó a Mulet Almarales en un listado de personas en condición de vulnerabilidad en prisión después que intentara quitarse la vida por primera vez.
El Centro de Documentación de Prisiones Cubanas en 2024 ha registrado varios casos de personas reclusas por motivos políticos que han expresado ideas suicidas o han atentado contra su vida, desesperadas porque las autoridades no atienden sus demandas de justicia y respeto a sus derechos humanos.
«En lo que va de año hemos registrado la muerte por suicidio de un joven recluso de 31 años, preso común, en la prisión Nieves Morejón (Sancti Spíritus), cuya identidad se desconoce. También otros 16 eventos de intentos de suicidio y autoagresiones», señaló en X.
Otro de los casos recientes es el de Fray Pascual Claro Valladares, condenado en abril de 2024 a diez años en un proceso penal sin garantías, por las manifestaciones de Nuevitas (Camagüey). Tras conocer su sentencia intentó quitarse la vida.
El pasado julio la Comisión Interamericana de #DDHH otorgó medidas cautelares a Claro Valladares y denunció que «su intento de suicidio fue manejado con negligencia, sin recibir la atención psiquiátrica necesaria y siendo castigado con aislamiento».
«Recordamos a las autoridades que las ReglasMandela de la ONU exigen facilitar asistencia médica recurrente para ‘detectar todo indicio de estrés psicológico o de otra índole causado por la reclusión, incluidos el riesgo de suicidio o autolesión (…) y aplicar todas las medidas o tratamientos individualizados que corresponda'», anadió el centro.
«Pedimos que se respeten los derechos de las personas reclusas y que se atiendan sus demandas, como parte de las acciones de prevención del suicidio en prisión a las que está obligado el Estado cubano», concluyó.
FUENTE: Redacción/Con informacion de Diario de Cuba