El escándalo conocido como las «muñecas de la mafia» esta vez relacionado al ex presidente de Petroleros de Venezuela, Pablo Techellea está relacionado con una red de corrupción dentro de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). Implica a varias jóvenes, quienes, según las autoridades, estaban vinculadas en actividades ilícitas como lavado de dinero y legitimación de capitales, utilizando su relación con altos funcionarios de la estatal petrolera para obtener lujos y riquezas desmedidas.
Entre las involucradas se encuentran Karelis Carolina Fernández y su hermana, Estas mujeres, algunas de las cuales eran modelos o influencers, habrían actuado como testaferros o intermediarias en esta red de corrupción que también incluyó a funcionarios de alto rango de PDVSA y empresarios. Algunas de ellas han huido del país o están prófugas, mientras que otras buscan asilo en el extranjero, como es el caso de Elizabeth Yépez, quien se encuentra en Estados Unidos.
El caso ha generado una fuerte reacción pública y ha sido presentado por el gobierno venezolano como un ejemplo de su lucha contra la corrupción. Sin embargo, algunos críticos argumentan que este escándalo también refleja una disputa interna entre facciones del régimen chavista.
Este suceso ha expuesto no solo la corrupción en PDVSA, sino también el uso de redes de prostitución como parte del esquema de blanqueo de capitales, algo que ha sido ampliamente condenado en Venezuela.
Karlenis Fernández, quien se hace llamar Karol Fernández, en redes sociales, apenas explotó el escandalo de Tellechea puso el perfil privado en Instagram con sus 800 mil seguidores falsos y eliminó la foto de perfil. Fernández es muy cercana a Rossana Fiorini, esa que le compró la corona del Miss Suprarrenal a Prince Julio César, el testaferro de Raúl Gorrín, fue Prince quien presentó a Tellechea con Karlenis y Félix Escobar, socio de Radamés Carneiro, un conocido vendedor de catalinas de Valencia que estaba dirigiendo el miss Distrito Capital (de nuevo ven la gente que trabaja con el Miss Venezuela)
el escándalo de las “muñecas de la mafia” no solo ha revelado una red de corrupción profundamente arraigada en PDVSA, sino que también ha puesto de manifiesto el uso de redes de prostitución como parte de un esquema más amplio de lavado de dinero. Este caso, que involucra a figuras prominentes y jóvenes vinculadas a altos funcionarios, ha generado una fuerte reacción pública. Sin embargo, la controversia también ha desatado críticas que sugieren una lucha interna de poder dentro del régimen chavista.