La agencia espacial estadounidense NASA está celebrando el acercamiento al sol este mes de la sonda solar Parker, el objeto creado por el ser humano más rápido de la historia.
La sonda se acercará el 24 de diciembre a poco más de seis millones de kilómetros de la superficie del Sol. En su punto más cercano al astro, la sonda viajará a 692.000 kilómetros por hora.
Según la NASA, el escudo térmico de la sonda solar Parker se enfrentará a temperaturas de más de un millón de grados Celsius, pero mantendrá la nave espacial a temperatura ambiente.
La agencia espacial califica de “histórico” el acontecimiento, y lo describe como una misión para “tocar el Sol”, en la inmersión más cercana dentro de la corona solar, o la atmósfera superior del astro rey.
La aproximación ocurre durante el período del máximo solar, la fase de mayor actividad del Sol, lo ofrece oportunidades para “emocionantes investigaciones científicas”, dijo la NASA.
El proyecto se anunció en el año fiscal 2009, con un costo de 1.500 millones de dólares y la nave espacial fue diseñada y construida por el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.
Fue lanzada el 12 de agosto de 2018 y lleva el nombre del físico Eugene Parker, profesor emérito de la Universidad de Chicago. Fue la primera nave espacial de la NASA que llevó el nombre de una persona viva (Parker falleció en 2022).
El concepto de la sonda solar Parker se originó a partir de su proyecto de origen, el antecesor “Solar Orbiter”, concebido en la década de 1990. Similar en diseño y objetivos, la misión de la sonda solar Parker sirvió como una de las piezas principales del programa formulado por la NASA del mismo nombre Planeta Exterior/Sondas solares (OPSP).
La sonda será la primera aeronave en sobrevolar la corona solar. Este viaje determinará la estructura y dinámica del campo magnético de la corona del Sol y tratará de entender cómo la corona solar y el viento solar, se calientan y aceleran, y buscará determinar los procesos que aceleran las partículas energéticas.
Los sistemas de la nave están diseñados para soportar el extremo de la radiación y el calor cerca del Sol, donde la intensidad del Sol es de aproximadamente 520 veces mayor a la intensidad en órbita de la Tierra, gracias el uso de un escudo solar.
El protector solar es de 11,4 cm de espesor y está hecho de un compuesto de carbono–carbono reforzado, diseñado para soportar temperaturas fuera de la nave espacial de unos 1.377 grados Celsius.
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