El lunes, el gobierno venezolano anunció la suspensión temporal de vuelos comerciales desde y hacia Panamá y República Dominicana a partir del 31 de julio. Esta medida es en respuesta a «acciones injerencistas» de estos países en relación con las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela.
Según un comunicado oficial, la suspensión inicia a las 8:00 hora local (12:00 GMT) del próximo miércoles y también está motivada por «la presunción del uso de la aviación civil con fines no compatibles con los principios de seguridad».
El Ministerio de Transporte «se reserva las acciones legales, en apoyo firme a las decisiones políticas del Estado, a fin de hacer respetar, preservar y defender el derecho inalienable de la autodeterminación del pueblo venezolano», señaló el documento.
Estos vuelos son comúnmente utilizados por venezolanos y ciudadanos de otras nacionalidades para hacer conexiones aéreas, dado el reducido número de vuelos directos desde y hacia Venezuela.
Horas antes de este anuncio, el gobierno de Nicolás Maduro había exigido a estos países, así como a Argentina, Chile, Costa Rica, Perú y Uruguay, «el retiro, de manera inmediata, de sus representantes en territorio venezolano», debido a sus «injerencistas acciones y declaraciones» sobre las recientes elecciones presidenciales.
Además, se tomó la decisión de «retirar todo el personal diplomático de las misiones» en los mencionados siete países latinoamericanos.