Con el ánimo de echarle una mano al ambiente, al tiempo de ayudar a personas con necesidad de un medio de transporte, una organización sin fines de lucro recibe bicicletas viejas, las repara y luego las dona a zonas rurales en diversos países del mundo. Este proyecto nació en Chicago a pequeña escala y ya ha logrado beneficiar a más de 200 mil personas en varios países del mundo, especialmente en África y Centroamérica. Esto y más en Visión 360 de la Voz de América.