Los ocho candidatos que se postularon a la presidencia de Venezuela al margen del chavismo y de la oposición muy probablemente pasarán a tener una participación discreta en la política nacional debido a la baja votación obtenida este domingo y entre las dudas del resultado de parte de las fuerzas contrarias al gobierno y de varios gobiernos de la región, según analistas.
Según el boletín del Consejo Nacional Electoral, el presidente Nicolás Maduro fue reelecto con 51,2 % de los votos emitidos este domingo, venciendo al abanderado de la oposición, Edmundo González Urrutia (44,2 %). Y, luego, sin individualizar los resultados, el organismo indicó que el resto de los candidatos, 8 en total, había obtenido 4,6 % de la votación, poco más de 462.000 votos, según el 80 % de las actas escrutadas.
La mayoría de los candidatos alternativos a la presidencia eran considerados una especie de sospechosos habituales para algunos sectores de la oposición, que solía acusarlos en público de buscar restarle votos a la Plataforma Unitaria para beneficiar al chavismo en el proceso del domingo.
Parte de esos reclamos se centraron en el humorista, empresario y abogado Benjamín Rausseo, quien, incluso, llegó a ser bien valorado en los sondeos para la elección primaria de la oposición, en 2023. Sin embargo, se retiró acotando que no quería ser el candidato de una sola parcialidad y que sería postulado directamente por su propia tarjeta.
Esa decisión coincidió con su caída en las encuestas de firmas privadas de trayectoria, que avizoraban que rondaría los dos puntos porcentuales en un escenario polarizado entre la oposición y el chavismo.
Este domingo, Rausseo publicó un video en sus redes sociales reconociendo «el veredicto del árbitro» y llamó a «pasar la página» para pasar a un nuevo capítulo de la política contemporánea, «el de la Venezuela reconciliada».
Antonio Ecarri, un abogado promotor de un proyecto basado en la educación e hijo de un diplomático que formó parte del gobierno interino opositor en 2019, y el pastor cristiano y diputado por el Partido El Cambio Javier Bertucci se compartían las siguientes posiciones en las encuestas.
Bertucci es acusado por la oposición tradicional de pertenecer a un grupo de políticos dispuestos a negociar con el gobierno de Maduro sin mayores contrapesos, que se proyectan como una “alternativa” a los partidos tradicionales del antichavismo.
Los sondeos de empresas como Delphos, Datincorp, ORC Consultores y Poder y Estrategia advirtieron que la intención de votos del resto de los candidatos oscilaba alrededor del error muestral, es decir, se estancaba cerca de un solo punto. Ese presagio parece compaginarse con el boletín oficial del CNE venezolano, que aún no disgrega la votación de esos postulados.
En ese grupo de aspirantes, destacan asimismo los dirigentes de partidos opositores intervenidos por sentencia judicial y cuyas directivas quedaron en manos de críticos de la Plataforma Unitaria, como Luis Eduardo Martínez (AD) y José Brito (Primero Justicia). Brito apoyó el resultado del domingo.
Otro candidato que militó en un partido de la oposición y que decidió hacer tienda aparte, sin éxito este domingo, fue Daniel Ceballos, exalcalde de San Cristóbal, ex preso político y exdirigente de Voluntad Popular.
El politólogo Víctor Maldonado estima que la irrupción de una “opción distinta” se truncó por la presentación de candidaturas presidenciales “teledirigidas” con el fin de minar el apoyo popular a la oposición en un contexto de abusos políticos.
Según Maldonado, esos intentos ocurrieron en medio de “una violación brutal de derechos políticos, la intervención de partidos y la simulación de intención” de esos aspirantes.
Por ello, nunca alcanzaron a ser una “alternativa a la polarización” entre los votantes, de acuerdo con el especialista en ciencias políticas. «Nos comió la polarización. Están allí para reconocer el triunfo de Maduro. Si bien es cierto que los venezolanos tienen derecho a varias alternativas, ninguna tuvo una conducta lo suficiente noble y creíble para decir que esas candidaturas eran parte de ese esfuerzo social», manifiesta a la VOA.
Entre los candidatos alternativos con pocos votos también está Enrique Márquez, considerado, sin embargo, como un político cercano a ciertos sectores de la Plataforma Unitaria y que se mantuvo hasta el final de la campaña como un potencial plan B opositor, en caso de que la postulación de Edmundo González Urrutia fuese afectada política o jurídicamente.
Fue electo diputado de un partido de la oposición tradicional en 2015 y llegó a ser vicepresidente del parlamento, así como rector del poder electoral. En su campaña, llamó a votar por el «cambio», enfocándose en enviar mensajes críticos de la gestión del gobierno de Nicólas Maduro.
Porcentajes «insignificantes»
La mayoría de los votantes identificaron que candidatos como Rausseo, Ecarri, Ceballos, Brito, Martínez y el exadeco Claudio Fermín forman parte de un grupo político que “sucumbió a la presión del oficialismo”, según María Puerta Riera, politóloga y profesora adjunta de ciencia política en la Valencia College (EEUU).
Las dudas que se ciernen sobre los resultados del domingo desde la comunidad internacional y un sector amplio de los actores políticos venezolanos también hacen sombra en las cifras de este grupo de candidatos minoritarios, resalta la experta. A su juicio, sus postulaciones son poco más que «un suicidio político» en un escenario polarizado.
“El escenario más probable es que desaparecerán” de la vida política luego de la elección, analiza en conversación con la Voz de América. “El electorado los conoce y el veredicto fue ese insignificante porcentaje, como una evaluación de su falta de apoyo a la democracia venezolana”, apunta.
Maduro anunció que firmaría un decreto para convocar a un «gran diálogo nacional». Se da por descartado que la oposición, que cantó «fraude», participe. La interrogante es si en esa foto negociadora estará este grupo de candidatos con pocos votos, de acuerdo con los especialistas.
La llamada “tercera vía” no se vislumbra en Venezuela debido a la polarización, expuso a la VOA el politólogo Leandro Rodríguez Linárez.
Cree que la política interna venezolana se convierte más que nunca en un pulso entre el chavismo y «la verdadera oposición». No es la hora de la tercera vía política, considera el especialista.
Da por sentado que la sociedad venezolana “se encargará” de los políticos que recibieron ciertas cuotas de poder o espacios de diálogo del chavismo para desplazar a la oposición tradicional en un contexto electoral como el del domingo, omitiéndolos en los venideros procesos electorales.
“Los partidos y figuras de esta rama de organizaciones judicializadas muy difícilmente podrán tener en el mediano o corto plazo algún protagonismo político» de real impacto, asegura. «Tendrán una figuración muy discreta en la opinión pública y elecciones”, concluye.
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