CARACAS.- Los gobiernos de varios países latinoamericanos como Panamá, Chile, Colombia o Perú están en alerta ante lo que prevén puede ser un nuevo éxodo migratorio proveniente de Venezuela ocasionado luego de la crisis que se generó en el país sudamericano a raíz de los fraudulentos resultados electorales
«Yo creo, ojalá me equivoque, que el flujo de venezolanos (por la selva del Darién) va a aumentar por razones evidentes. Tenemos que adoptar las decisiones que correspondan también para salvaguardar su vida, su integridad y darle paso expedito», dijo recientemente en rueda de prensa el presidente panameño, José Raúl Mulino, cuyo gobierno, a través del Servicio Nacional de Fronteras anunció que las medidas de seguridad serán reforzadas en la zona.
Según cifras panameñas, en 2024 unos 200 mil migrantes han atravesado la selva del Darién, un peligroso corredor entre Colombia y Panamá, y cerca de dos tercios de esa cifra fueron venezolanos.
En el estado venezolano de Táchira (occidente), fronterizo con Colombia, el Observatorio de Investigaciones Sociales en la Frontera (Odisef) advirtió en un informe sobre la «vulnerabilidad» de los migrantes que cruzan a pie debido a la presencia en la zona de mafias que se dedican al tráfico humano y organizaciones criminales.
Según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), 7.5 millones de venezolanos salieron de su país en la última década huyendo de la voraz crisis causada por las políticas del chavismo.
Imposibilidad para acoger más migrantes
Igualmente, de acuerdo a las estimaciones de Naciones Unidas, que el régimen de Nicolás Maduro rechaza, los cinco países de Latinoamérica con mayor número de migrantes de venezolanos son Colombia (2,8 millones), Perú (1,5 millones), Brasil (568.000), Chile (532.000) y Ecuador (444.000).
«La ola migratoria no se ha detenido en ningún minuto», pero «hay una preocupación de que esto se pudiera intensificar y para eso tenemos que prepararnos», dijo a la prensa este miércoles la vicepresidenta de Chile y ministra de Interior, Carolina Tohá.
Perú, en tanto, anunció que reforzó sus controles migratorios.
«No podemos acoger (a migrantes) en las magnitudes del anterior éxodo», advirtió el canciller peruano, Javier González-Olaechea, en declaraciones a la radio RPP.
Los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) que dieron ganador a Maduro desataron una crisis en el país después que la oposición asegurara que se trata de un fraude orquestado por el organismo comicial, que es controlado por el régimen autoritario de Maduro. Los opositores publicaron las copias de más de 25.000 actas de escrutinio que constatan que el ganador fue su candidato, Edmundo González Urrutia, por una diferencia de más de 30 puntos porcentuales sobre Maduro.
Varios gobiernos de América y Europa han pedido a Maduro mostrar las actas que demuestran que venció a González Urrutia, pero eso no ha ocurrido cuando ya han pasado 11 días de las elecciones.
Venezolanos decepcionados preparan la partida
«No se ve la luz al final del túnel. Me voy», dice con decepción José Vásquez en Táchira.
«Estoy triste, cansado, aburrido. Fue un robo descarado», lamenta Vásquez, de 31 años. Aunque estudió Educación, ahora es vendedor de un local comercial en San Cristóbal, capital de Táchira, por los bajos salarios de los profesores, que, sostiene, «no sirven para nada».
«Todo el mundo sabe lo que va a pasar: la gente de mi edad y la que es más jovencita se va a ir. Va a haber una fuga migratoria gigantesca. La diáspora va a ser mayor», comenta sentado la plaza Bolívar de esta ciudad, un área de intensa actividad comercial que estaba prácticamente desierta por el temor a disturbios tras las elecciones, en una región en la que hubo violentas protestas en contra del régimen en 2014, 2017 y 2019.
«Hay zozobra, incertidumbre», expresa mientras apunta con la mano hacia las rejas bajadas de los locales aledaños.
Vásquez piensa en irse a España, donde familiares directos viven desde hace diez años. «Yo tenía esperanzas en este proceso electoral (…), ahora hay que pensar alternativas», indica.
Antes de los comicios, la encuestadora ORC Consultores proyectaba que 18% de los venezolanos estaría dispuesto a migrar en un plazo de seis meses si Maduro no salía del poder. Sobre una población de unos 30 millones -el último censo fue en 2011-, serían 5.4 millones de personas.
FUENTE: REDACCIÓN / Con información de AFP