CIUDAD DE PANAMÁ.- El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció este martes que inició contacto con miras a la convocatoria de una conferencia regional al más alto nivel para abordar la crisis postelectoral en Venezuela luego de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, que tendrá el objetivo de «ensayar más acciones que apoyen la democracia y voluntad popular del hermano país».
Mulino informó este martes en redes sociales que dio instrucciones al ministro de Exteriores, Javier Martínez-Acha, para que empiece los contactos con otros gobiernos. «Espero y confío que sea acogida la propuesta próximamente», dijo el mandatario panameño.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano, aliado del régimen de Nicolás Maduro, dio unos resultados favorables al gobernante que son considerados fraudulentos por la oposición que mostró las copias de las actas de escrutinio según las cuales el ganador fue su candidato Edmundo González Urrutia.
El gobierno panameño fue de los primeros de la región en rechazar el resultado del CNE y solicitó al organismo que muestre las actas. Asimismo, suspendió las relaciones diplomáticas con Venezuela. Panamá ha alertado que una crisis en Venezuela aumentará el tránsito de migrantes por la peligrosa ruta de la selva del Darién, la cual ya se ha visto colapsada por el flujo de migrantes latinoamericanos que la usan para llegar al norte, en especial venezolanos.
La oposición venezolana acusa al régimen de perpetrar un fraude, una tesis respaldada también en las calles por miles de personas que han secundado las protestas contra el Gobierno.
Hasta ahora, el CNE no ha mostrado públicamente las actas que certifican el supuesto triunfo de Maduro.
Este martes se conoció según el testimonio de un alto funcionario mexicano que funcionarios de Brasil, Colombia y México han estado en permanente contacto con representantes tanto de Maduro como del candidato opositor González Urrutia para buscar una solución a la crisis política de Venezuela.
El funcionario mexicano dijo que las tres naciones, cuyos actuales presidentes son aliados de Maduro, sostienen “conversaciones” con ambas partes, pero dijo que no se trata de una “mediación” formal porque ninguna de las partes lo ha solicitado.
El funcionario confirmó que hay esfuerzos diplomáticos en curso y admitió que los representantes de los tres países han recomendado al régimen y a la oposición seguir las leyes venezolanas y comparecer ante las instituciones correspondientes para apelar cualquier parte del proceso electoral.
Esa, sin embargo, es una petición difícil para la oposición, ya que el partido gobernante -el PSUV- controla todos los poderes, incluido el Judicial al que utiliza para perseguir y reprimir a sus oponentes.
FUENTE: REDACCIÓN / Con información de Europa Press / AP