Este martes, se llevó a cabo el primer vuelo de repatriación de migrantes irregulares que habían cruzado la peligrosa selva del Darién, como parte de un acuerdo financiado por Estados Unidos con Panamá. La aeronave despegó desde la capital panameña hacia Medellín, Colombia.
Un grupo de 30 colombianos, mayormente jóvenes y con antecedentes penales según fuentes oficiales, fueron trasladados esposados al Aeropuerto Marcos A. Gelabert, conocido también como la terminal de Albrook. Allí, después de un chequeo de documentos, abordaron el avión que partió alrededor de las 06:00 hora local (11:00 GMT).
Roger Mojica, jefe del Servicio Nacional de Migración (SNM), explicó en una rueda de prensa que estos migrantes fueron enviados de vuelta a Colombia bajo el proceso de deportación.
Dentro del grupo de deportados se incluía un presunto «sicario» del Clan del Golfo colombiano, identificado a través del sistema biométrico empleado por las autoridades en el Darién, señaló Mojica.
Actualmente, no se están realizando deportaciones de ciudadanos venezolanos desde Panamá, indicó el funcionario. Mojica también mencionó que el gobierno del presidente José Raúl Mulino está trabajando en acuerdos diplomáticos con países como «Ecuador, la India y otras naciones», para gestionar el retorno de sus nacionales que ingresen ilegalmente a Panamá por el Darién, ya sea que tengan o no antecedentes penales.
Hasta la fecha, más de 230.000 migrantes irregulares de diversos países, en su mayoría venezolanos, han cruzado la selva este año, según las estadísticas proporcionadas por Mojica.
Debido a la tensión diplomática con Venezuela tras la crisis poselectoral, no hay planes para devolver a los venezolanos detectados en este flujo migratorio. A estos migrantes, después de recibir atención inicial en las estaciones del Darién, donde se les provee comida y cuidado médico, «se le permite continuar con el flujo controlado» de su viaje hacia Norteamérica, afirmó Mojica.
Sin embargo, Marlen Piñeiro, agregada regional de seguridad interna de Estados Unidos, advirtió en la misma conferencia que «la mayoría de las personas» que lleguen a Estados Unidos tras atravesar el Darién «no van a calificar para entrar» al país.
El pasado 1 de julio, Panamá y Estados Unidos acordaron la repatriación o deportación de migrantes que cruzan el Darién, un área que enfrenta una crisis migratoria sin precedentes con 520.000 personas el año pasado. Según Mojica, el acuerdo incluye una inversión estadounidense de 6 millones de dólares, asegurando que estos vuelos de retorno no representan un costo para Panamá.