Los retrasos en algunos aeropuertos continuaban el lunes después de que una actualización de software defectuosa el viernes causó estragos en todo el mundo y provocó la suspensión de varios vuelos por parte de casi todas las aerolíneas, pero el impacto está disminuyendo.
Las cancelaciones totales en Estados Unidos de vuelos nacionales e internacionales el lunes ascendían a 758, según los últimos datos de FlightAware, una cantidad mayor que la de un día feriado típico. La gran mayoría de las cancelaciones fueron vuelos de Delta Air Lines.
Delta reportó 626 cancelaciones, casi el 83 % de todos los vuelos cancelados.
El director ejecutivo de Delta, Ed Bastian, dijo en un mensaje a los clientes el domingo que la aerolínea continúa recuperándose y restableciendo las operaciones después de la interrupción. Detalló que la pausa en las operaciones de Delta resultó en la cancelación de más de 3.500 vuelos de Delta y Delta Connection. Delta ha estado ofreciendo cambio de vuelos sin cargos extras a los clientes afectados.
“El problema tecnológico se produjo durante el fin de semana de viajes más intenso del verano, cuando nuestras reservaciones de vuelos superaron el 90 %, lo que limitó nuestras capacidades de reasignación de vuelos”, escribió Bastian.
Una de las herramientas utilizadas por Delta para rastrear a sus tripulaciones se vio afectada y no pudo procesar la cantidad sin precedentes de cambios provocados por la interrupción del sistema.
Las inclemencias del tiempo también provocaron retrasos en el sureste, según FlightAware, incluyendo Atlanta, donde tiene su sede Delta Air Lines.
¿Quién ayuda a la pequeñas empresas?
Mientras las aerolíneas tratan de recuperarse del apagón tecnológico, las pequeñas empresas lidian sin mayor apoyo con el incidente.
La propietaria de una empresa de estudios del consumidor no pudo pagar a sus empleados, firmar un contrato para un nuevo negocio ni enviar una investigación clave a un cliente importante. Un psiquiatra en Maryland que tiene una clínica por internet no pudo ponerse en contacto con sus asistentes y sus terapeutas virtuales no pudieron hacer llamadas telefónicas ni iniciar sesión en sus computadoras. Y el dueño de un restaurante en la ciudad de Nueva York estaba preocupado por cómo iba a pagar a sus vendedores y trabajadores.
La magnitud de las interrupciones puso de relieve la fragilidad de un mundo digitalizado que depende de unos pocos proveedores de servicios informáticos.
Pero el problema parecía dividir a los afectados entre ricos y pobres. Los principales clientes de Microsoft y CrowdStrike están recibiendo soporte de tecnología para resolver los problemas, pero muchas empresas más pequeñas cuyas PC con Windows pueden haber recibido la actualización problemática todavía están batallando.
Una de las que truvo problemas fue Tsvetta Kaleynska, propietaria y fundadora de RILA Global Consulting, una empresa de información sobre el consumidor con sede en Manhattan que tiene clientes de Fortune 500. Hasta el sábado resolvió el tema de la nómina y consiguió una prórroga para el lunes en el proyecto de investigación. Pero el cliente potencial no seguirá adelante con el nuevo contrato, lo que reducirá sus ingresos anuales en casi un 25 %, calculó ella. El problema: no pudo firmar el contrato porque Docusign, que se ejecuta en el software de Microsoft afectado por la actualización defectuosa, no funcionaba.
“Si yo fuera parte de una gran empresa, entonces podría delegar y obtener apoyo de los servicios informáticos o de seguridad”, dijo Kaleynska. “Pero como propietaria de una pequeña empresa, dependo sólo de mí misma. Es bastante devastador”.
Kaleynska, una inmigrante de Bulgaria que se convirtió en ciudadana estadounidense en 2023, dijo que aprendió una dura lección: “Nuestras vidas son muy frágiles porque se basan en la tecnología y nosotros dependemos de la tecnología”.
CrowdStrike es una de las empresas de ciberseguridad más grandes de Estados Unidos y tiene una lista de clientes que incluye más de la mitad de las compañías Fortune 500, así como pequeñas y medianas empresas.
Tras la interrupción, la empresa proporcionó una solución inicial mediante una actualización de software. Pero se espera que muchas computadoras necesiten trabajo práctico que podría llevar días, o más, en completarse.
Para muchas pequeñas empresas que se ven afectadas, eso podría significar trabajar las 24 horas del día este fin de semana para asegurarse de que sus sistemas estén en funcionamiento, dijo el analista de tecnología de Wedbush, Dan Ives.
“Las pequeñas empresas dependen de terceros para que esto no suceda y, en cambio, se convirtió en una situación de ‘código rojo’”, dijo Ives.
En general, Ives señaló que los problemas tecnológicos pueden ser más fáciles de solucionar para las grandes empresas que tienen un número considerable de expertos en su nómina, a diferencia de las pequeñas empresas que podrían enfrentar una “batalla cuesta arriba” porque tienen menos recursos técnicos.
“Los efectos dominó de esto podrían sentirse durante los próximos días y semanas”, dijo Ives. “No es sólo un momento de ojo morado para CrowdStrike, sino para la industria en general. No se puede permitir que una sola actualización destruya un ecosistema global”.
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