El 1 de septiembre, en horario estelar de las 8:00 p.m. (GMT-5), la Presidencia de Colombia retransmitió en televisión nacional las declaraciones de Petro en las que calificaba a las periodistas de “muñecas de la mafia”, con la intención de vincularlas con el narcotráfico que opera en su país, el principal productor de coca del mundo, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
“Mucha gente no sabe lo que significan las muñecas de la mafia. Es una serie colombiana, producida por Caracol Televisión, basada en el libro Las Fantásticas de Andrés López López, un exnarcotraficante colombiano. La trama es de cinco mujeres que se ven involucradas en el mundo del narcotráfico, debido a sus relaciones con poderosos narcotraficantes, y lo largo de la serie experimentan cómo el poder y el lujo de este mundo tiene un costo elevado”, explica la analista política y periodista colombiana, Sofy Casas, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS.
“Prácticamente, lo que está diciendo es que nosotras, las periodistas, somos narcotraficantes. Ese fue el sello que nos puso, de narcos y que pertenecemos a la mafia, a la oligarquía mafiosa que él tanto ataca, que no existe como tal”, resalta la columnista de la revista colombiana Semana.
Ataques en medio de denuncias
El mandatario colombiano ha ido subiendo sus ataques a la prensa libre a medida que van saliendo a la luz trabajos de investigación sobre hechos de corrupción dentro de su gobierno y de la campaña de los pasados comicios presidenciales, hoy investigada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) por la supuesta violación de topes electorales, un delito que acarrea una condena de cuatro a ocho años de prisión, una multa igual al valor al excedido y la inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo tiempo.
Para Casas, la arremetida de Petro se debe “a la rabia y el odio” que le tiene a la revista Semana y a su directora, Vicky Dávila, quien ha expuesto casos de corrupción como que involucra al exembajador en Caracas, Armando Benedetti, y a la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Laura Sarabia, y el de su hijo, Nicolás Petro Burgos, quien reconoció ante la Fiscalía colombiana que recibió dinero del narcotráfico para la campaña de su padre.
“Al ella (Dávila) sacar esas investigaciones, él (Petro) empezó su ataque frontal contra los medios de comunicación, sobre la libertad de prensa y sobre las mujeres periodistas (…) Su constante ataque es a través de su rabia y el odio que le tiene a la revista Semana y a Vicky Dávila”, señala la periodista colombiana.
A su juicio, las declaraciones de Petro, que originaron una acción de tutela en su contra ante el Consejo de Estado, representan un “acto de misoginia muy severo”, un “grave ataque a la libertad de prensa y contra la mujer”.
“La estigmatización es severa (…) Cualquiera nos va a decir que usted es ‘una muñeca de la mafia’ y ‘usted es una mafiosa’, eso es lo que implica sus acusaciones, está prácticamente acabando con nuestra credibilidad”, subraya.
Acciones internacionales contra Gustavo Petro
El 10 de septiembre, el abogado Germán Calderón España interpuso una tutela ante el Consejo de Estado en la que solicita que el presidente colombiano ofrezca disculpas públicas a las periodistas del país, y la restricción de este tipo de comentarios en actos públicos.
Para Casas, los actos de misoginia y el ataque a la libertad de prensa por parte de Petro debe ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). “Eso no puede caer en una tutela, hay que escalarlo a nivel internacional (…) No se puede quedar así porque si no él no va a parar, él va a continuar y continuar”, sostiene.
La periodista colombiana, residenciada en Estados Unidos, actualmente se asesora para presentar la denuncia en contra de Petro ante la CIDH, pese a que no ha encontrado respaldo en otras colegas, que han optado por limitarse a rechazar las declaraciones en las redes sociales. “Les da miedo y yo las entiendo porque ellas están en Colombia. Él es poderoso y la persecución sería brutal”, considera.
El miedo, menciona, estaría justificado en la alocución del mandatario del pasado 12 de septiembre, cuando insinuó que deberían matar a los periodistas críticos a su gobierno, a los que tilda de “arrodillados” y “loros”.
“No hay un solo punto en Colombia donde no esté la guerrilla. El país está completamente tomado y rodeado por la guerrilla, y él prácticamente está diciendo ‘maten a los periodistas que no apoyen mis políticas’”, puntualiza.
Esto se suma, además, al hecho de que la Unidad Nacional de Protección (UNP), desde el gobierno de Juan Manuel Santos (2010 – 2018), está “invadida completamente” por exguerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“¿Qué seguridad podemos tener las periodistas del país? Dónde piden garantías y dónde pueden pedir protección, si ese señor (Petro) es tan poderoso, si ellos son los dueños de la UNP, que son los que dan la protección y nos pueden perjudicar. La persecución es total, ya vimos el ejemplo en Venezuela y en Cuba, que ya no hay libre prensa”, subraya.
Un libreto a seguir
Mientras Petro ataca a la prensa libre y a las periodistas colombianas, en paralelo, denuncia un supuesto intento de golpe de Estado, ante la investigación que adelanta el CNE, y avanza en la consolidación de los “medios alternativos” en Colombia, siguiendo el patrón aplicado por el chavismo en Venezuela, que acabó con más de 400 medios de comunicación venezolanos en 24 años.
A juicio de Casas, el “famoso autogolpe” que denuncia el presidente colombiano no es más que una estrategia para “desprestigiar al CNE”, cuya decisión dijo que no acatará, y poder así “tapar ese escándalo”.
Suma a su treta, el intento de acabar con la credibilidad de destacadas periodistas colombianas y su aporte a los “medios alternativos” e influencer de redes sociales, a los que destinó el 66,6% de la publicidad oficial para, según señaló, “empoderar” al pueblo colombiano y evitar el “silenciamiento” de los medios privados, a los que destina sus ataques diarios.
“En Venezuela fue Telesur, en Colombia es a RTVC (Radio Televisión Nacional de Colombia) que (Petro) le está inyectando todo el dinero del Estado para poder reescribir la historia, limpiar su nombre y sacar adelante su proyecto socialista”, precisa.
Asegura que todo forma parte del “libreto” cubano que se implementó en la Venezuela chavista. “Si los colombianos no nos ponemos firmes, si el Congreso no se para firme, vamos para Cuba y Venezuela”, alertó.
En este sentido, resalta el papel de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y demás instituciones que son “muy fuertes y democráticas”, y el de los comunicadores colombianos que hoy sostienen a la democracia.
“Tenemos un país democráticamente muy bien constituido, donde unas instituciones están aguantando el tramacazo de lo que él quiere hacer con el país. Eso nos da un poquito de esperanza y la seguridad de que tenemos que aguantar dos años más”, enfatiza, en referencia a las elecciones presidenciales de 2026, a las que Petro ya ha insinuado su intención de postularse.
@ebritop22