Expertos en leyes de inmigración expresaron su confusión el miércoles, un día después de que el presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos comenzaría a ofrecer una visa de tarjeta dorada por 5 millones de dólares, que permitiría a los extranjeros ricos vivir y trabajar en Estados Unidos y les proporcionaría «una ruta hacia la ciudadanía».
En declaraciones en la Oficina Oval el martes, Trump y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, dijeron que el programa comenzaría en dos semanas y reemplazaría al programa de visas EB-5, bajo la que inversores extranjeros pueden vivir y trabajar en EEUU si invierten en empresas que crean empleos en el país.
Sin embargo, el programa de visas EB-5 fue creado por una ley del Congreso en 1990, y no está claro si Trump tiene la autoridad para eliminarlo o establecer un nuevo programa de visas sin la acción del Congreso.
«Lo tenemos todo resuelto desde el punto de vista legal. Es totalmente legal hacerlo», dijo Trump.
Preguntas sobre la legalidad
Abogados de inmigración discreparon de las afirmaciones del presidente.
«La verdad es que el presidente necesitaría que el Congreso aprobara una ley que permitiera este nuevo vehículo», dijo Michael Wildes, un abogado de inmigración en ejercicio que también enseña la materia en la Facultad de Derecho Cardozo de la ciudad de Nueva York.
Wildes, que ha representado a la primera dama Melania Trump y a miembros de su familia en asuntos de inmigración, dijo que la información disponible es tan poca que es difícil medir el impacto que probablemente tendrá.
Sin embargo, la información que se ha publicado refleja el enfoque del presidente en cuestiones como la inmigración, dijo.
«Tratará a las personas con bolsillos más profundos de manera más generosa que a los demás», dijo Wildes a la VOA. «Esto es coherente con su ética».
«Si la administración está proponiendo reestructurar los términos del programa EB-5, eso es descaradamente ilegal», dijo a la VOA Jorge Loweree, director ejecutivo de programas y estrategia del Consejo de Inmigración Estadounidense. «Los parámetros de ese programa fueron diseñados por nuestra rama legislativa. El presidente no puede reescribirlos por capricho».
David J. Bier, director de estudios de inmigración en el Instituto Cato, escribió: «Vender green cards (tarjetas verdes de residencia) es bueno en teoría, pero la propuesta específica de Trump tiene algunos problemas». Uno, escribió, es que «el presidente Trump no puede eliminar legalmente el programa de inversionistas EB-5 del Congreso».
La Casa Blanca no ha respondido a una solicitud de comentarios de la Voz de América.
Anuncio en la Oficina Oval
Trump reveló el plan a un grupo de periodistas en la Oficina Oval el martes, diciendo que la nueva oferta sería superior al documento que actualmente se emite a los extranjeros con estatus de residencia permanente, comúnmente conocido como green card.
«Vamos a vender una tarjeta dorada», dijo Trump. «¿Tienes la green card? Esta es una tarjeta dorada. Vamos a ponerle un precio a esa tarjeta de aproximadamente 5 millones de dólares, y eso te dará privilegios adicionales de la green card. Será una ruta hacia la ciudadanía, y la gente rica vendrá a nuestro país comprando esta tarjeta».
El presidente no explicó de cuáles privilegios disfrutaría un titular de la tarjeta dorada que no tienen los titulares de la green card. Tampoco explicó qué quería decir con una «ruta hacia la ciudadanía».
Trump dijo que además de los extranjeros ricos que quieren vivir en los Estados Unidos, cree que las corporaciones estadounidenses estarán dispuestas a comprar las tarjetas para poder contratar trabajadores talentosos de fuera del país.
«Las empresas pagarán para que la gente entre y tenga un estatus de largo plazo en el país», dijo.
Ya existen varias vías disponibles para los extranjeros que quieren venir a trabajar a EEUU. El programa de visas H1-B permite que miles de trabajadores calificados ingresen al país cada año.
Además, existen varios programas de visas que permiten a los ejecutivos de empresas internacionales vivir y trabajar en EEUU si son transferidos a una oficina o filial estadounidense.
El programa EB-5 en la mira
El secretario de Comercio Lutnick dijo el martes que la administración planea descontinuar el actual programa de visas EB-5, al que describió como «lleno de tonterías, engaños y fraude».
El programa EB-5 otorga la condición de tarjeta verde a los extranjeros que inviertan 1.050,000 dólares en compañías en EEUU que creen al menos 10 empleos. La cantidad puede reducirse a 800,000 dólares si la inversión se realiza en ciertos tipos de infraestructura o en partes del país que el gobierno ha seleccionado para el desarrollo económico.
Lutnick pareció decir que la tarifa de 5 millones de dólares para una tarjeta dorada no tendría que destinarse a inversiones para crear empleos; en cambio, iría directamente a las arcas federales.
«Podemos usar ese dinero para reducir nuestro déficit», dijo.
Mayor barrera de entrada
Shereen Chen, una abogada de inmigración que ejerce en Nueva Jersey, dijo a la VOA que para muchos extranjeros ricos que esperan venir a los EEUU, las nuevas reglas podrían complicar el proceso.
Las normas actuales incluyen un «estricto programa de verificación» para garantizar que el dinero invertido en el marco del programa EB-5 se haya obtenido de forma legítima, afirmó Chen. El proceso es largo y difícil y sólo se volverá más complicado, afirmó Chen, si la cantidad de dinero que se está verificando se quintuplica.
El nuevo programa tendría consecuencias nefastas para los ciudadanos chinos que esperan venir a Estados Unidos. Aunque muchos chinos han hecho uso del programa EB-5, los controles monetarios más estrictos en China han hecho que hacerlo sea cada vez más difícil.
«En este momento, es muy difícil para los ciudadanos chinos utilizar el programa EB-5, incluso con 1.050.000 dólares, porque les resulta muy difícil sacar dinero de China», afirmó Chen.
Práctica habitual
Estados Unidos no es el único país que cuenta con políticas que permiten a los extranjeros ricos intercambiar inversiones por privilegios de residencia.
Henley & Partners, una consultora con sede en Londres que asesora a clientes que buscan opciones de residencia y ciudadanía internacionales, realiza un seguimiento de programas en más de 100 países que ofrecen algún tipo de programa de inversión por residencia.
Alrededor de 30 jurisdicciones ofrecen ciudadanía a cambio de inversión, un acuerdo conocido comúnmente como «pasaporte dorado».
En los últimos años, la Unión Europea ha estado presionando a los Estados miembros con este tipo de programas para que los eliminen por temor a que fomenten actividades ilegales como la evasión fiscal y el lavado de dinero.
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