Preocupa a los donantes republicanos, su nombre es reconocido y los pesos pesados del Partido Demócrata están empezando a alinearse detrás de ella.
La vicepresidenta Kamala Harris sería la sucesora natural del presidente Joe Biden si este cediera a la creciente presión y se hiciera a un lado como candidato demócrata en las elecciones de 2024, dicen los principales demócratas.
Ahora los donantes, activistas y miembros del partido se preguntan: ¿Tiene ella más posibilidades que Biden de vencer a Donald Trump? Biden se mantiene en la carrera, ha dicho repetidamente.
Harris, de 59 años, exsenadora estadounidense y exfiscal general de California, sería la primera mujer en convertirse en presidenta de Estados Unidos si fuera la candidata del partido y prevaleciera en las elecciones del 5 de noviembre. Es la primera persona afroamericana y asiática en ocupar el cargo de vicepresidenta.
Su mandato de tres años y medio en la Casa Blanca se ha caracterizado por un comienzo mediocre, rotación de personal y carteras de políticas iniciales, incluida la migración desde Centroamérica, que no produjeron grandes éxitos.
Tan recientemente como el año pasado, muchos dentro de la Casa Blanca y el equipo de campaña de Biden temían en privado que Harris fuera un lastre para la campaña. La situación ha cambiado significativamente desde entonces, dijeron funcionarios demócratas, cuando ella dio un paso adelante en materia de derecho al aborto y cortejó a los votantes jóvenes.
Algunas encuestas favorecen a Harris
Encuestas recientes sugieren que Harris podría obtener mejores resultados que Biden contra Trump, el candidato republicano, aunque enfrentaría una contienda reñida.
Una encuesta de CNN publicada el 2 de julio reflejó que los votantes favorecen a Trump sobre Biden por seis puntos porcentuales, 49 % a 43%. Harris también quedó detrás de Trump, entre un 47 % y un 45 %, dentro del margen de error.
También encontró que los independientes respaldan a Harris 43 % al 40 % sobre Trump, y los moderados de ambos partidos la prefieren 51 % al 39 %.
Una encuesta de Reuters/Ipsos después del debate televisado de la semana pasada entre Trump y un Biden vacilante encontró que Harris y Trump estaban casi empatados, con un 42 % apoyándola a ella y un 43 % a él.
Sólo la ex primera dama Michelle Obama, que nunca ha expresado ningún interés en participar en la carrera, obtuvo mejores resultados entre las posibles alternativas a Biden.
Las encuestas internas compartidas por la campaña de Biden después del debate muestran que Harris tiene las mismas probabilidades que Biden de vencer a Trump, con un 45 % de los votantes que dijeron que votarían por ella frente a un 48 % por Trump.
Demócratas influyentes han señalado que Harris sería la mejor opción para liderar la fórmula si Biden decide hacerse a un lado.
El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, también ha señalado lo mismo en privado a los legisladores, dijo un asistente del Congreso.
Se toma a Harris tan en serio que dos donantes republicanos dijeron a Reuters que preferirían que Trump se enfrentara a Biden que a ella.
«Preferiría que Biden permaneciera en el cargo» en lugar de ser reemplazado por Harris, dijo Pauline Lee, recaudadora de fondos para Trump en Nevada después del debate del 27 de junio, quien dijo que pensaba que Biden había demostrado ser «incompetente».
Y algunos en Wall Street, un importante centro de recaudación de fondos demócrata, están empezando a indicar una preferencia.
«En este momento, sus posibilidades tienen potencialmente más ventajas que las de Biden», dijo Sonu Varghese, macroestratega global de Carson Group, una empresa de servicios financieros, tras el debate.
La mayoría de los estadounidenses ven a Harris de forma negativa, al igual que a ambos candidatos a la presidencia.
El medio de encuestas Five Thirty Eight dijo que el 37,1 % de los votantes aprueba a Harris y el 49,6 % la desaprueba. Esas cifras se comparan con el 36,9 % y el 57,1 % de Biden, y el 38,6 % y el 53,6 % de Trump.
Mujeres, votantes negros, Gaza
Desde que la Corte Suprema derogó el derecho constitucional de las mujeres al aborto en 2022, Harris se ha convertido en la principal voz de la administración Biden sobre los derechos reproductivos, un tema en el que los demócratas están apostando para ayudarlos a ganar las elecciones de 2024.
Algunos demócratas creen que Harris podría revitalizar a los grupos de tendencia demócrata cuyo entusiasmo por Biden se ha desvanecido, incluidos los votantes negros, los votantes jóvenes y aquellos que no aprueban el manejo de Biden de la guerra entre Israel y Hamas.
«Ella energizaría a los miembros negros, morenos y asiáticos del Pacífico de nuestra coalición… inmediatamente atraería a los jóvenes desanimados de nuestro país nuevamente al redil», dijo Tim Ryan, ex congresista demócrata de Ohio, en un reciente artículo de opinión.
Las mujeres demócratas y republicanas de los suburbios también pueden sentirse más cómodas con ella que con Trump o Biden, dijo.
Como vicepresidenta, la estrategia pública de Harris sobre Israel es idéntica a la de Biden, aunque fue la primera líder de alto rango del gobierno estadounidense en pedir un alto el fuego en marzo.
Si Biden se hiciera a un lado, podría haber una competencia entre otros demócratas para convertirse en el candidato.
Si el partido eligiera entonces otro candidato en lugar de Harris, algunos demócratas dicen que podría perder el apoyo de muchos votantes negros que fueron fundamentales para la victoria electoral de Biden en 2020.
«No hay otra alternativa además de Kamala Harris», dijo Adrianne Shropshire, directora ejecutiva del grupo de extensión a votantes negros BlackPAC.
¿Muy a la izquierda?
Sin embargo, Harris puede tener dificultades para atraer a los demócratas moderados y a los votantes independientes a quienes les gustan las políticas centristas de Biden, dijeron algunos donantes demócratas. Ambos partidos buscan independientes que los ayuden a llegar a la meta en las elecciones presidenciales.
«Su mayor debilidad es que su marca pública ha sido asociada con el ala extrema izquierda del Partido Demócrata… y el ala izquierda del Partido Demócrata no puede ganar una elección nacional», dijo Dmitri Mehlhorn, recaudador de fondos y asesor del cofundador de LinkedIn y megadonante demócrata Reid Hoffman. «Ese es el desafío que tendrá que superar si es la nominada».
Harris se haría cargo del dinero recaudado por la campaña de Biden y heredaría la infraestructura de la campaña, una ventaja fundamental a solo cuatro meses del día de las elecciones del 5 de noviembre.
Pero cualquier campaña demócrata todavía necesita recaudar cientos de millones de dólares más antes de noviembre para tener éxito, dicen los estrategas. Y ahí, Harris podría ser un lastre.
«Puedo decirles que nos está costando mucho recaudar dinero para ella», dijo una fuente del Comité Nacional Demócrata.
Como candidato presidencial antes de las elecciones de 2020, Harris quedó por detrás de Biden en la recaudación de dinero. Abandonó la carrera en diciembre de 2019, el mismo mes en que su campaña reportó 39,3 millones de dólares en contribuciones totales. La campaña de Biden reportó 60,9 millones de dólares en el mismo período.
Sin embargo, la campaña de Biden recaudó una cifra récord de 48 millones de dólares en las 24 horas posteriores a que nombrara a Harris como su compañera de fórmula en 2020.
Los antecedentes procesales de Harris podrían brillar en un debate cara a cara contra Trump, dijeron algunos demócratas.
«Ella es increíblemente concentrada, contundente e inteligente, y si lleva adelante el caso contra la criminalidad de Donald Trump, lo destrozará», dijo Mehlhorn.
Los ataques republicanos contra Harris están aumentando a medida que se la presenta como posible reemplazo de Biden. Las voces conservadoras están recirculando las críticas dirigidas a ella durante la carrera de 2020, incluso por parte de algunos demócratas, de que Harris se ríe demasiado, que no ha sido probada y no está calificada.
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