Perú celebró por igual esta semana su alianza con Estados Unidos, que donó 65 millones de dólares, incluyendo 9 helicópteros tipo Black Hawk para combatir el narcotráfico, o la donación de un tren estadounidense para conectar comunidades vulnerables en zonas apartadas, como sus nexos con China, en virtud de los cuales acaban de inaugurar un megapuerto que quiere ser el Singapur de la región.
De acuerdo con expertos y funcionarios entrevistados, el modelo económico de Perú -abierto y pragmático- ha sido la clave para un país que si bien tiene grandes desafíos en política y seguridad, ha conseguido estabilididad económica a partir de una máxima: lo que funciona, funciona; lo que no funciona, simplemente se desecha.
«En Perú somos un caso raro, poco común, donde a pesar de la situación política que no es de las mejores, la situación económica no se cae, somos un referente. La moneda peruana que es el Sol sigue sólida, no se ha movido a lo largo de casi 20 años», dijo a la Voz de América Berit Knudsen, experta en geopolítica basada en Lima.
Esta semana, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió a Perú después que los precios al consumidor cayeron en octubre por segundo mes consecutivo y la inflación anual se ubicó en 2,01 %. «Este es, sin duda, un logro significativo», dijo esta semana Kristalina Georgieva, directora del FMI.
Para el 2024, el gobierno espera una expansión de 3,1%, tras anotar una recesión de 0,6 % el año pasado debido a protestas sociales, efectos adversos del clima y menor inversión.
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Varias fuentes consultadas en el contexto del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC 2024), que reunió esta semana en Lima a los líderes de las 21 economías más importantes del mundo con el foco en la promoción del libre comercio, concordaron en que la nación andina sigue apostando por las alianzas económicas – sin importar las batallas ajenas- siempre que redunden en beneficios para los peruanos.
«Nuestro objetivo es convertirnos en el Singapur de América Latina», dijo esta semana el ministro de Transporte y Comunicaciones de Perú, Raúl Pérez Reyes, en alusión al megapuerto de Chancay, situado a 80 kilómetros al norte de Lima que construyó la estatal china Cosco Shipping y que promete acortar las rutas marítimas hacia Asia tanto para los productos peruanos como brasileños.
EEUU recalca «sociedad de larga data» con Perú
Natalia Molano, portavoz en español del Departamento de Estado, explicó a la VOA algunas de las áreas en las que el gobierno de Estados Unidos «está aprovechando» para resaltar los vínculos que mantiene con Perú.
«Estamos reflejando sobre esta sociedad de larga duración que tenemos tan fuerte con el Perú», dijo Molano, al afirmar que son cinco las áreas principales en las que trabajan de forma bilateral.
Las tres más importantes, afirmó la portavoz, son la seguridad para contrarrestar los desafíos del crimen transnacional organizado, la exploración pacífica del espacio y la infraestructura sostenible.
La portavoz del Departamento de Estado manifestó además que Washington «está muy confiado» en sus relaciones en el hemisferio. «Tenemos como representantes a más de veinte agencias federales y todas trabajan en paralelo para avanzar en multiples áreas. El trabajo en cooperación acontece todos los días por muchos años».
Perú al margen del diferendo económico EEUU-China y de la victoria de Trump
Como segundo exportador mundial de cobre, Perú es parte de la lista de países de la región a los que China le tiene puesto un ojo también por razones pragmáticas vinculadas a recursos económicos disponibles a este lado del mundo como el maíz, cobre, soja, carne de res y litio, un metal que ambiciona China para fabricar las baterías.
«Aquí no hay buenos ni malos, aquí hay intereses», dijo esta semana Mario de las Casas, gerente de asuntos corporativos de Cosco Shipping.
De lo más esperado del foro de APEC está la reunión este sábado en Lima del presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo chino Xi Jinping, para una jornada que de acuerdo con analistas podría ser tensa mientras intentan rebajar desacuerdos en temas como ciberdelincuencia, comercio, Taiwán y Rusia de cara al segundo mandato no consecutivo del presidente republicano electo, Donald Trump, que comenzará el 20 de enero.
El encuentro de Biden y Xi Jinping ocurre en medio de la indignación de la Casa Blanca por el reciente pirateo de las comunicaciones telefónicas de funcionarios del gobierno y de la campaña presidencial de Estados Unidos, vinculado a China, y preocupado por la creciente presión de Beijing sobre Taiwán y el apoyo chino a Rusia.
Beijing, por su lado, reprocha a Biden por las medidas en materia de comercio, incluido un plan para restringir la inversión estadounidense en inteligencia artificial, computación cuántica y semiconductores chinos y restricciones a la exportación de chips informáticos de gama alta.
Trump ha prometido adoptar aranceles generales del 60 % sobre las importaciones estadounidenses de productos chinos como parte de un paquete de medidas comerciales en función de su política «EEUU primero».
Pero incluso con ese escenario de fondo y pese a que funcionarios en Washington han advertido públicamente varias veces que la inversión china en la región tiene condiciones y han afirmado que Estados Unidos es un socio más confiable, Perú ha reafirmado su apuesta.
«Queremos mostrar que tenemos una económia sólida y estabilidad jurídica (…) Demostrar que Perú es un país que está surgiendo, con una economía estable y que puede ser un lugar donde las inversiones extranjeras pueden venir a desarrollar sus capitales», dijo a la Voz de América el ministro del Interior de Perú, Juan José Santiváñez.
Acerca de un eventual cambio de política de Trump a partir de su promesa de «EEUU primero», analistas consultados desestimaron por el momento posibles impactos en los intereses económicos de Perú.
«Joe Biden está de salida, pero uno de los puntos fundamentales, inclusive lo tenemos dentro de la Constitución peruana, es que los contratos y los acuerdos se respetan y es parte de la democracia. Por lo tanto, el presidente Trump de alguna manera va a tener que honrar cualquier acuerdo al que llegue Biden con la presidenta Dina Boluarte», dijo Knudsen a la VOA.
Cooperación Perú-Brasil con la mira en China
Perú podría ser clave para recolocar a América Latina como un bloque comercial global importante, de acuerdo con expertos.
Ello, cuando la apuesta de Perú pasa también por la alianza con Brasil, el país con el Producto Interno Bruto más alto de América Latina y el Caribe y el mercado más grande de la región.
Como resultado de esta visión, está previsto que un eventual tren podría unir a los dos países para que más soja brasileña sea transportada por tierra a Perú y luego se dirija a China, con quien Brasil ha visto dispararse el comercio en los últimos años.
El gobierno de Perú está impulsando asimismo un posible proyecto ferroviario en la costa de 10.000 millones de dólares.
«Los efectos geopolíticos por Chancay dependerán de las políticas que asuman Perú y la región frente a este enorme desafío. Y la pregunta es si sus estados han reflexionado en conjunto respecto del rol que, como América Latina o parte de ella, quieren desempeñar en el siglo XXI», estimó recientemente Daniel Parodi, analista político basado en la Universidad de Lima, en Perú.
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