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Cada año mueren en el mundo más de 6,6 millones de personas por ACV, y los investigadores advierten que la incidencia está aumentando, sobre todo en personas jóvenes y de mediana edad y en países de ingresos bajos y medios.
Por: Clarín
En un informe publicado en 2023, los investigadores pronostican que las muertes por ACV aumentarán en torno al 50%, hasta alcanzar los 9,7 millones anuales en 2050.
Los accidentes cerebrovasculares se producen cuando se interrumpe el flujo de oxígeno y nutrientes al cerebro. Esto puede ocurrir cuando los vasos sanguíneos se debilitan y acaban rompiéndose bajo presión, lo que se conoce como ACV hemorrágico. Lo más habitual es que coágulos o placas bloqueen los vasos sanguíneos del cerebro, lo que se conoce como ACV isquémico.
Ambos tipos de ACV pueden provocar daños permanentes o la muerte.
Cuando las personas sobreviven a un ACV, a menudo se enfrentan a una discapacidad a largo plazo, un mayor riesgo de depresión, problemas de memoria y mucho más. Sin embargo, según los autores del informe, es posible evitar la carga que supone esta enfermedad y reducir las disparidades globales.
Factores de riesgo adicionales
Muchos de los factores de riesgo de ACV cada vez más comunes en todo el mundo – hipertensión, colesterol elevado y tabaquismo – son fácilmente tratables. Aun así, el riesgo de ACV puede variar según la población, y las mujeres en particular presentan algunos factores de riesgo adicionales que puede ser necesario vigilar.
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