La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos podría significar el fin de algunos de los casos penales que enfrenta a nivel federal y la suspensión de sus procesos estatales, según expertos.
Trump se convirtió en la primera persona convicta por un delito grave en ser elegida a la Presidencia estadounidense. El republicano fue encontrado culpable por 34 cargos en un caso de soborno en Nueva York hace poco más de cinco meses.
“Las implicaciones de que un tribunal estatal condene a un presidente electo son tales que, como mínimo, es probable que la audiencia se retrase y el castigo, si lo hay, casi con seguridad esperará a la conclusión de su mandato”, dijo a la Voz de América James Sample, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Hofstra, en Nueva York.
Se espera que los abogados de Trump pidan al juez neoyorquino Juan Merchan que retrase su sentencia, actualmente programada para el 26 de noviembre, en la que podría enfrentar hasta cuatro años de prisión.
Merchan ya ha pospuesto dos veces la sentencia de Trump -inicialmente programada para el 11 de julio-, en parte debido a un fallo de la Corte Suprema que determinó que los presidentes tienen amplia inmunidad de procesamiento por sus actos oficiales. Trump argumenta que el caso debería ser desestimado en base a ese fallo, que los fiscales cuestionan.
Michael Morley, profesor de Derecho Electoral en la Universidad Estatal de Florida, explicó que en los procedimientos en Nueva York “la reelección de Trump como presidente probablemente llevaría al tribunal a ejercer aún más su discreción a favor de Trump, lo que significa que, si el tribunal intenta imponer una sentencia que interfiera con su presidencia, se suspenderá”.
Los casos federales podrían “evaporarse”
Trump enfrenta también cuatro cargos en un tribunal federal en Washington que lo acusan de difundir afirmaciones falsas de fraude electoral para tratar de bloquear la certificación de votos después de las elecciones de 2020, que el ahora presidente electo perdió ante el demócrata Joe Biden.
Además, fue acusado en Florida de retener ilegalmente documentos clasificados después de que terminó su primer mandato en 2021 y de obstruir los esfuerzos del gobierno para recuperarlos.
Sin embargo, en este último, la jueza Aileen Cannon desestimó todos los cargos asegurando que el fiscal especial Jack Smith, quien dirigió los procesos federales, había sido designado indebidamente al cargo.
“Una vez que Trump se convierta en presidente y nombre a un fiscal general, este podría simplemente decidir terminar los procesos”, explicó Morley.
El profesor abundó en que “también existe una interpretación legal de larga data del Departamento de Justicia de que los presidentes en funciones no están sujetos a un proceso federal. Por lo tanto, como mínimo, los procesos federales no seguirían adelante, y el resultado más probable es que el nuevo fiscal general desestime los casos o simplemente termine el nombramiento del fiscal especial, por lo que es probable que los procesos federales simplemente se evaporen”.
Trump aseguró durante la campaña que despediría al fiscal especial Smith «dentro de los dos segundos» después de ser juramentado como presidente.
El presidente electo se ha declarado inocente de todos los cargos y calificado los procesos como motivados políticamente.
En Georgia, el futuro es similar
El año pasado, los fiscales del condado de Fulton, Georgia, utilizaron las leyes estatales desarrolladas para combatir el crimen organizado para acusar a Trump de una supuesta conspiración para revertir su derrota en el estado en disputa en las elecciones de 2020.
“Los procedimientos de Georgia, donde aún no ha habido un veredicto, casi probablemente se suspenderían. La noción de tener un proceso penal en curso contra un presidente en funciones plantearía serias cuestiones constitucionales, preocupaciones de federalismo y al presidente”, agregó el profesor Morley.
Trump no podrá poner fin a la acusación, pero su abogado ya ha dicho en el tribunal que intentará detener cualquier actividad relacionada con el republicano basándose en el argumento de que un presidente no debería enfrentarse a la carga de un proceso penal mientras esté en el cargo.
Sample, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Hofstra, describió la continuación de este como una “imposibilidad práctica”.
Los expertos coincidieron en que incluso después de convertirse en presidente, Trump no podría emitir un indulto que eliminara los procesos estatales en Nueva York y Georgia, porque el presidente sólo puede perdonar delitos federales. Sin embargo, sí puede apelar los casos.
La victoria del republicano se declaró en la mañana de este miércoles tras ganar en varios estados clave, entre ellos Pensilvania y Wisconsin, donde derrotó a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris.
«Este fue un movimiento como nadie había visto antes y, francamente, este fue, creo, el mayor movimiento político de todos los tiempos», dijo Trump en un discurso de madrugada en el que se declaró ganador.
Harris, por su parte, llamó a Donald Trump para felicitarlo por su victoria. La demócrata, que tiene previsto hablar más tarde el miércoles, también «discutió la importancia de una transferencia pacífica del poder y de ser un presidente para todos los estadounidenses», dijo uno de los asesores.
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