MANAGUA.- La fiscalía del régimen de Nicaragua anunció que ocho de sus funcionarios están presos y serán juzgados por «fraude» y «malversación de caudales públicos», pero la oposición vinculada al sandinismo disidente afirma que se trata de un grupo de militantes sandinistas «críticos» de Daniel Ortega.
Según la fiscalía, que es acusada de servir a los dictados de Ortega, los ocho funcionarios permanecen en prisión preventiva para ser juzgados a partir del 11 de septiembre «en atención a la gravedad de los ilícitos cometidos contra el erario público».
Sin embargo, medios opositores editados en el exilio aseguraron que los ocho son militantes del Frente Sandinista que integraban un grupo de Whatsapp denominado «La Comuna», en el que criticaban decisiones del régimen de Ortega.
Según estos medios, fueron detenidos el 26 de julio junto a Carlos Fonseca Terán, hijo del fundador del Frente Sandinista, Carlos Fonseca Amador, asesinado en 1976, el partido con el que el sandinismo ha gobernado durante dos sangrientas dictaduras que ha dejado exilio, represión, cárcel confiscaciones y muertes.
«Fiscalía acusa a todos los que estaban en un grupo de WhatsApp con Carlos Fonseca Terán, menos a él», indicó el portal del diario La Prensa, que se edita en Costa Rica.
«Los amigos de Carlos Fonseca Terán son presentados por la Fiscalía como un ‘grupo delictivo’ que robó fondos del erario público», agregó.
«Aunque ninguno de los integrantes de ‘La Comuna’ renegaba del liderazgo de Daniel Ortega, sí cuestionaban algunas decisiones del régimen», indicó por su parte el portal Confidencial, dirigido por Carlos Fernando Chamorro, exdirector de Barricada y el Departamento de Agitación y Propaganda durante la primera dictadura sandinista (1979-1990).
Fonseca Terán, el hijo del fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que promovía y justificaba la represión en sus redes sociales durante las manifestaciones contra la dictadura en 2018, estaría supuestamente bajo arresto domiciliario.
«Fonseca Terán lideraba el grupo de WhatsApp de ‘La Comuna’, sin embargo, el régimen no lo acusa, pero tampoco informa sobre su detención casa por cárcel», indicó Confidencial.
La dictadura de Ortega y de su poderosa esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, endureció su postura frente a sus críticos tras las protestas opositoras de 2018, que en tres meses dejaron más de 350 muertos producto de la brutal represión del régimen, según investigaciones de organismos de derechos humanos nacionales e internacionales.
Tras acusarlos de traición a la patria, en 2023 el régimen excarceló, expulsó del país y despojó de nacionalidad y bienes a 316 políticos, periodistas, intelectuales y activistas críticos.
También ha arremetido contra la Iglesia católica y ha cerrado unas 5.500 oenegés, muchas de ellas religiosas.
FUENTE: Con información de AFP
