MADRID.– El Relator Especial de Naciones Unidas sobre las Formas Contemporáneas de la Esclavitud, Tomoya Obokata, condenó el trabajo forzoso al que son sometidos los presos políticos en las cárceles de Cuba. Esta denuncia ha sido respaldada por un informe presentado por la organización Prisoners Defenders (PD) en junio pasado, el cual fue incluido en el reciente reporte al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Según destacó PD este miércoles, el informe expone la grave situación que enfrentan los reclusos en los centros penitenciarios cubanos, destacando una preocupante desconexión entre la normativa legal y la realidad cruel que viven los presos, especialmente aquellos de conciencia y políticos, detalla CubaNet.
Javier Larrondo, presidente de la ONG con sede en Madrid, explicó a Martí Noticias que el relator especial adoptó las denuncias de su organización, revelando casos concretos de una pequeña muestra de los miles de prisioneros que son obligados a realizar trabajos forzosos durante su encarcelamiento.
Larrondo subrayó que dos de los principales trabajos forzosos impuestos a los presos políticos en Cuba incluyen la producción de carbón vegetal de marabú y el corte de caña en la zafra azucarera. El informe de PD recuerda que estas actividades constituyen una forma contemporánea de esclavitud, llevada a cabo bajo la dirección del régimen cubano, que viola al menos nueve derechos fundamentales de los reclusos.
Entre las violaciones enumeradas por PD se encuentran la falta de medidas de seguridad y salud en el trabajo, la ausencia de remuneración adecuada, la obligatoriedad de realizar estos trabajos, y la explotación infantil. Además, se denuncian las amenazas de represalias y la negación de beneficios penitenciarios para quienes se niegan a participar en estas labores. También se menciona la falta de formación y capacitación, lo que conlleva sanciones por supuesta “indisciplina laboral”.
Denuncias previas
En mayo pasado, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) presentó una denuncia formal ante el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos, acusando al Gobierno cubano de violar los derechos laborales de cientos de prisioneros. La denuncia también exponía que estos reclusos son sometidos a trabajo forzoso en la producción de carbón vegetal de marabú, destinado a la exportación, bajo condiciones calificadas como inhumanas.
El OCDH subrayó que estos trabajos se realizan con frecuencia bajo coacción o intimidación, aprovechando la vulnerabilidad de los prisioneros dentro del sistema penitenciario cubano. Muchos de estos reclusos, enfrentados a precarias condiciones de vida, se ven obligados a aceptar este trabajo como única opción.
La organización también denunció que esta práctica, que no es nueva en Cuba, ha sido anteriormente condenada, pero continúa debido a la impunidad de los responsables. Entre los señalados se encuentran la Dirección General del sistema penitenciario, la Empresa de Producciones Varias (PROVARI) y otras entidades gubernamentales.
La denuncia se basa en investigaciones realizadas en varias provincias, destacando Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey como áreas donde estas prácticas son comunes. El OCDH estima que alrededor de mil reclusos están obligados a trabajar en condiciones que violan el derecho internacional.
La organización solicitó a la ONU que examinara estas alegaciones y tomara medidas legales y políticas contra los responsables, subrayando que el derecho internacional prohíbe de manera absoluta la esclavitud y el trabajo forzoso.
Por otros lado, un reciente reportaje del medio Diario de Cuba presentado en marzo de este año expuso cómo miles de presos en el país producen carbón de marabú para exportar a Alemania, Gran Bretaña, Grecia, España y Portugal, en condiciones de hacinamiento, represión, mutilaciones y robo de salarios, mientras las empresas europeas exhiben el producto como “práctica agrícola sostenible” en la Isla.
FUENTE: Redacción/Con informacion de CubaNet/ Martí Noticias