MIAMI.– En medio de la ola de represión contra opositores al régimen de Nicolás Maduro, periodistas que ejercen su profesión en Venezuela y en el exterior son otro blanco de la persecución y el asedio que fuerzas de seguridad y simpatizantes del oficialismo despliegan desde el día después de los resultados electorales del 28J, cuestionados nacional e internacionalmente.
Este 20 de agosto, funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) detuvieron sin explicación alguna a la periodista Ana Carolina Guaita Barreto, redactora del medio digital La Patilla, en un sector popular del estado La Guaira, en el litoral central venezolano.
La denuncia hecha por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa indicó que Guaita Barreto fue interceptada por los policías cerca de las 6:00 pm cuando llegaba a su casa, ubicada en la parroquia Maiquetía.
También el editor del medio, periodista Alberto Ravell, expresó su rechazo por la aprehensión, en una operación inusual, sin orden judicial ni investigación previa de la joven periodista, quien es hija de una pareja de dirigentes políticos de la oposición.
“Rechazamos las detenciones arbitrarias y el hostigamiento en contra del ciudadano y especialmente de los periodistas que su única función es informar”, escribió Ravell en su cuenta de X.
Hasta esta hora, se desconoce el estado de salud de la periodista, el motivo de la detención y el sitio donde se encuentra recluida, aunque se cree que fue llevada a los calabozos del SEBIN, prisión emblemática de los presos políticos. El gremio periodístico y abogados piden su liberación
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Expresiones de odio
El asedio a periodistas también traspasa las fronteras y, este martes, el ataque fue contra el profesional venezolano Boris Muñoz, exjefe de Opinión de El País de España y crítico articulista de otros medios venezolanos de prestigio, entre ellos El Nacional, hace varios años.
Muñoz, quien mantiene sus artículos de opinión en el medio español de tendencia izquierdista, publicó el artículo titulado “La Insoportable banalidad de Nicolás Maduro”, el domingo pasado, en el que refiere que “no hay nada mejor que ver y oír a un dictador dirigir la represión en su país para entender cómo se ejerce el poder”
El contenido desató la furia de José Sant Roz, un profesor universitario que en un texto publicado en el medio oficialista Aporrea denigró al periodista con insultos y epítetos cargados de odio, una condición emocional que es aludida con frecuencia por el régimen y atribuida a opositores, por lo cual aprobaron una ley.
No solo llamó a Muñoz “gran cerdo” y “atracador de lujo” y lo acusó de haber “colmado las letrinas del diario El País con morrallas como «Seis lecciones del fraude de Maduro”, como llamó a uno de sus artículos, sino que además la emprendió contra otros periodistas venezolanos y colaboradores del medio: Florantonia Singer y Alonso Moleiro, este último hijo de uno de los dirigentes y diputados de izquiderda más respetados de Venezuela, Moisés Moleiro.
Con la detención de Guaita Barreto son cinco los periodistas detenidos desde el 29 de julio pasado. Hasta el 8 de agosto, permanecían encarcelados Yousner Alvarado, Deisy Peña (fotógrafo), Paúl León y José Gregorio Carnero, quienes fueron imputados por “terrorismo”, según el Sindicato Nacional. Todos ellos cumplian con coberturas periodisticas de manifestaciones de la oposición y forman parte de los más de 1.500 apresados hasta la fecha.
FUENTE: Con información redes, Infobae