MIAMI.-EEUU sigue negociando con Nicolás Maduro pero con mayor presión para que acepte que perdió las elecciones presidenciales del 28J y ceda el poder, por lo que es previsible que los próximos tres meses serán decisivos para una solución política en Venezuela, señaló el analista político Eduardo Gamarra.
Gamarra, especialista en relaciones internacionales y profesor de la Universidad de Florida, analizó la posibilidad real de negociaciones entre la Administración Biden y Maduro, en medio de versiones periodísticas encontradas sobre la controversia sobre si hay un plazo hasta noviembre y una oferta de amnistía. Y afirma que el plazo “es importante”.
“En noviembre tendremos en EEUU un proceso electoral, un presidente (Joe Biden) que está concluyendo su mandato y muy interesado en el legado que va a dejar. Y no es que Venezuela sea un país prioritario, pero él tampoco quiere aparecer como el que perdió a Venezuela. Y allí no va a haber ninguna intervención, pero sí una gran presión”, explicó.
Evaluó la conveniencia del plazo también para Maduro. “Son tres meses importantes para él, porque probablemente se va a dar cuenta de que si negocia con esta Administración, en este tiempo, conseguiría lo que se llama un paracaídas de oro, garantías de que no lo van a procesar o a quitar su fortuna. Si no lo hace, sus posibilidades de tener esos beneficios se van a minimizar después del 5 de noviembre, de manera dramática”.
Maduro, más autoritarismo
El especialista señaló que Maduro “transita hacia el autoritarismo gobernando con la fuerza, lo que es clave”, pero advierte que si bien el poder y el control sobre el aparato represivo los tiene Maduro, como lo muestra la realidad, “la represión no siempre es una señal de fortaleza sino por el contrario de debilidad”.
“Creo que de lo que Maduro se ha dado cuenta es de la debilidad que tiene en términos de legitimidad, y ni dentro ni fuera de Venezuela creen que él ganó las elecciones, entonces lo que trata de decir es que tiene el poder real y eso es mucho más importante que haber perdido las elecciones”, explicó.
Poder debilitado
En este contexto, Gamarra esbozó la visión internacional sobre el régimen venezolano.
“Internacionalmente, es un gobierno extraordinariamente debilitado. No tiene, para empezar, el apoyo de ningún gobierno en la región, salvo Cuba, Bolivia y Nicaragua, y nadie ha reconocido su supuesta victoria. México, Brasil y Colombia están absolutamente atentos al liderazgo de EEUU en este tema”, puntualizó.
Agregó que ninguno de estos tres gobiernos “se ha osado reconocer”, hasta ahora, alguna victoria de Maduro. “Y no creo que lo vayan a hacer hasta que no haya una entrega de actas, cosa que tampoco va a suceder”.
Más allá del continente americano, Gamarra afirmó que Maduro tiene el apoyo de Rusia y de Irán, sobre todo de este último de modo incondicional pero que “no tiene la más mínima posibilidad de ayudarlo a legitimarse”.
En el caso de China, señaló que es “un país extraordinariamente pragmático” que no se va a meter en medio de esta lucha. “Lo que quiere es que Venezuela le pague lo que le debe y que consiga estabilidad, cosa que en este momento no está demostrando”.
Venezuela no es una isla
En medio del incremento de la represión contra opositores en Venezuela, Gamarra asegura que existe mucha preocupación sobre lo que pudiera ocurrir en los próximos meses, por lo que la presión de EEUU, mediante la negociación con Maduro, es determinante.
Advirtió que “casi ningún gobierno autoritario cede el poder”, lo cual ilustró con el ejemplo de Cuba que “ha resistido durante 66 años”.
“La represión brutal puede sostenerse, supongo, pero los tiempos han cambiado. Fíjese que la realidad en Venezuela es que todo el mundo tiene Whatsaap a pesar de que Maduro instó a desinstalarlo, y eso para él es complicado. Además, Venezuela no es una isla, controlar el territorio es complicado y el gobierno perdió las elecciones en todo el país, en todas las mesas, y es muy difícil revertir eso simplemente con represión”.
FUENTE: Entrevista al experto Eduardo Gamarra