Captura
Hernán Roberto Franco no sabe que un sicario lo está esperando. Son las 7.27 de este miércoles cuando el carro del empresario entra al parqueadero de un edificio en el Parque de la 93, al norte de Bogotá. El vehículo se detiene y del asiento trasero sale Franco. Viste saco y corbata: tiene una reunión importante. Con su mano derecha atiende una llamada y con la otra cierra la puerta del coche. Empieza a caminar hacia el edificio. No ve lo que está detrás de él, pero, como ha ocurrido una y otra vez este febrero violento en la capital colombiana, las cámaras de seguridad lo captan todo.
Por: El País
De repente un hombre entra corriendo al parqueadero. Usa zapatos negros, un pantalón negro, un buzo negro, un tapabocas negro, una gorrita negra y en la mano derecha lleva una pistola con silenciador. Se acerca a Franco por detrás y, sin que su víctima se dé cuenta, le dispara. Enseguida se da la vuelta para escapar corriendo del estacionamiento. Apenas logra salir antes de que se cierre la puerta automática. El escolta de Franco saca un arma y lo persigue pero le cierra la puerta en la cara. Se queda varado adentro. El intercambio dura unos seis segundos: todo estaba planeado.
Momentos después, las cámaras de seguridad de la recepción captan otra escena escalofriante. El empresario sigue hablando por teléfono como si no pasara nada. La cámara filma su lado derecho; parece que no ha sido herido. Cuelga la llamada. Pausa. Se mece adelante y atrás. Cojeando, da la vuelta y revela una mancha de sangre que cubre su mejilla izquierda. Por un momento se apoya sobre el escritorio del vestíbulo. Sostiene el celular con las dos manos como si fuera a enviar un mensaje. No lo hace. Su cuerpo se da por vencido. Se desploma.
Mientras Franco está tirado en el suelo dentro del edificio, afuera el sicario que lo atacó se sube a una moto que lo esperaba. No arranca. Se roba otra y se escapa. Su cómplice ? Jean Karlo Bermúdez Camargo, 26 años, nacionalidad colombiana? no tiene la misma suerte. El escolta de Franco y los guardias de seguridad de un negocio cercano le disparan. Es capturado tras la balacera y trasladado a la Clínica de El Country, en Chapinero. Franco también es ingresado en una clínica cercana, pero llega demasiado tarde, no hay nada que hacer. Muere.
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