Iván Cantú es entrevistado por un reportero en la sala de visitas de la Unidad Polunsky el 31 de enero. Fotografía: Maria Crane/The Texas Tribune
El Departamento de Justicia Criminal del estado de Texas confirmó este miércoles el fallecimiento por inyección letal del preso Iván Cantú, quien pasó 22 años en el corredor de la muerte y falleció declarándose inocente.
El recluso de origen hispano murió a las 18.47 hora local (00.47 GMT) en la prisión de Huntsville y en sus últimas palabras, proporcionadas a los medios por el propio Departamento, siguió insistiendo en su inocencia.
“Me gustaría dirigirme a las familias Kitchens y Mosqueda. Quiero que sepan que nunca maté a James y Amy. Y si lo hubiera hecho, si hubiera sabido quién lo hizo, habrían sido los primeros en saber cualquier información que tuviera”, apunta el texto.
Cantú fue condenado a muerte en 2001 por el homicidio de su primo, James Mosqueda, de 27 años, y Amy Kitchen, la prometida de Mosqueda, de 22, ocurrido en Dallas en el año 2000.
La ejecución fue aplazada dos veces, en 2012 y 2023, y su defensa pidió el jueves pasado que se le otorgara una nueva audiencia para el hispano, de 50 años, pero ayer la petición fue rechazada.
“Quiero que todos sepan que yo no maté a James y Amy”, insistió Cantú, quien dio las gracias a su familia por el apoyo, a sus abogados y a personalidades como el productor de podcast Matt Duff, que se interesó por su caso.
“Me gustaría especialmente agradecer a Matt Duff por creer en mí y profundizar y desentrañar el caso que él hizo para demostrarle al mundo que no pertenezco a esta camilla, para seguir luchando y seguir buscando y haciendo lo que sea necesario para encontrar todas las respuestas y cerrar la verdad”, afirmó.
La Corte de Apelaciones Penales de Texas rechazó ayer la última apelación que intentaba probar la inocencia de Cantú al ofrecer nuevas evidencias que probarían que se presentaron declaraciones falsas de testigos en el juicio y que los abogados designados por el tribunal fueron ineficaces a la hora de defenderlo.
La petición para detener la ejecución, respaldada por el grupo MoveOn, fue presentada al fiscal de distrito del condado Collin, Greg Willis, y la Corte Penal de Apelaciones de Texas.
A la causa se ha unido el congresista Joaquín Castro, que pidió la semana pasada que se reabriera el caso. “Texas no debería apresurarse a ejecutar a un hombre potencialmente inocente”, expresó el demócrata.
La abogada de Cantú, Gena Bunn, y el productor de podcast Matt Duff sostienen que han encontrado nuevas evidencias que echarían abajo el testimonio del principal testigo de la acusación, que ya murió.
También señalan que hubo errores por parte de un abogado defensor que representó a Cantú porque no solicitó pruebas de ADN ni de balística, entre otras, y tampoco llamó a ningún testigo, según la petición citada por el canal NBC.
En el argumento final del juicio, el entonces abogado de Cantú admitió la culpabilidad de su cliente en contra de la voluntad de este, lo que llevó al hispano a interrumpir el juicio y solicitar representarse a sí mismo, pero su petición fue denegada.
El caso también ha atraído la atención del público y de celebridades como Kim Kardashian, Jane Fonda y Martin Sheen, quienes pidieron que se revisara su sentencia.
EFE