La tormenta tropical Debby giró al norte el martes por la noche hacia la costa de Carolina del Sur generando fuertes lluvias. Se espera que las precipitaciones persistan hasta el jueves en partes del este de Carolina del Sur y el sureste de Carolina del Norte, según el reporte emitido por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el reporte, las fuertes lluvias probablemente provocarán «considerables impactos de inundaciones» en las Carolinas, partes de los estados del Atlántico Medio y Vermont hasta el sábado por la mañana. Las condiciones de tormenta tropical se extenderán en las dos Carolinas hasta el jueves, con advertencias de una peligrosa marejada ciclónica, apunta el NOAA.
El lento avance de la tormenta anegó ciudades costeras en Georgia y Carolina de Sur el lunes por la noche y el martes, provocó tornados y sumergió calles con agua que llegaba hasta la cintura. La tormenta ya había dejado más de 30 centímetros de agua (un pie) en algunos lugares y podría acumular hasta 64 cm (25 pulgadas) en algunos puntos antes de terminar.
Charleston en Carolina del Sur y Savannah, en Georgia se vieron anegadas el martes e impusieron toques de queda mientras la policía cortaba calles. Docenas de caminos estaban cerrados en la ciudad de Charleston debido a inundaciones similares a las que registra varias veces al año debido a la subida del nivel del mar.
En un vecindario de Savannah, los bomberos utilizaron botes para evacuar a algunos residentes y vadearon zonas inundadas para repartir agua embotellada y otros suministros a los que se negaban a marcharse.
En Charleston, el alcalde, William Cogswell, dijo que los cortes de carreteras habían evitado daños a negocios y casas y evitado la necesidad de rescates acuáticos. “Especialmente no necesitamos a ningún aventurero manejando por el agua y causando daños a las propiedades”, dijo Cogswell.
Se esperaban hasta 38 cm (15 pulgadas) de lluvia en algunos lugares en las Carolinas, un total que se acerca a lo que registró la zona en la inundación histórica asociada al huracán Matthew en 2016. Dos años más tarde, el huracán Florence batió muchos de esos récords. Las dos tormentas dejaron docenas de muertos.
Carolina del Norte y Virginia han declarado el estado de emergencia.
Varias zonas a lo largo de la costa de Carolina del Norte son propensas a las inundaciones, como Wilmington y los Outer Banks. Virginia podría recibir vientos fuertes, aguaceros e inundaciones.
“Los ciclones tropical siempre producen lluvia intensa, pero normalmente como se van moviendo, no se acumula mucho en un solo lugar”, explicó Richard Pasch, del centro de huracanes. “Pero cuando se mueven muy despacio, esa es la peor situación”.
Muy lejos al norte, en la ciudad de Nueva York, fuertes tormentas que según los meteorólogos se veían agravadas por Debby inundaron algunas calles y carreteras, dejando conductores varados. El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta por inundaciones hasta el miércoles a mediodía para toda la ciudad.
Responsables de emergencias advirtieron del riesgo de inundaciones repentinas y empleaban drones con altavoces en algunos vecindarios de la ciudad para decir a la gente en apartamentos en sótanos que estuviera lista para huir en cualquier momento.
Debby tocó tierra el lunes como huracán de categoría 1 en la costa del Golfo de México en Florida.
Al menos seis personas han muerto por la tormenta, cinco de ellas en accidentes de tráfico o por árboles caídos. El sexto era un hombre de 48 años de Gulfport, Florida, cuyo cuerpo fue recuperado después de que su velero anclado se hundiera parcialmente, según WTSP-TV.
Se espera que Debby empiece a moverse más deprisa el jueves y podría pasar del centro de Carolina del Norte, atravesar Virginia y llegar a la zona de Washington el sábado.
[Con información de The Associated Press]
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