Esta foto tomada el 15 de enero de 2024 muestra una popular zona turística que fue destruida por un incendio en la ciudad de Wajima, prefectura de Ishikawa, afectada por el desastre, dos semanas después de que un gran terremoto de magnitud 7,5 sacudiera la región de Noto en la prefectura de Ishikawa el día de Año Nuevo. (Foto de JIJI Press / AFP) / Japón FUERA / JAPÓN FUERA
Las tropas de Estados unidos se unirán a las tareas de asistencia a los afectados por el devastador terremoto del pasado día de Año Nuevo en el centro de Japón, según anunció hoy el Ministerio de Defensa del país asiático.
La participación de militares estadounidenses desplegados en Japón en estas tareas comenzará con la aportación de un helicóptero que será empleado para el transporte de suministros a la península de Noto, en la prefectura de Ishikawa, la zona más castigada por el terremoto de magnitud 7,6 del pasado día 1.
Las tropas de EE.UU. se unirán así a las laboras de reparto de suministro llevadas a cabo por las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) de Japón, cuyos esfuerzos se centran ahora en “el traslado de evacuados a nuevos centros de refugiados”, explicó en una rueda de prensa el ministro nipón, Minoru Kihara.
“Al aumentar notablemente la necesidad de mano de obra, hemos solicitado la ayuda de las fuerzas estadounidenses en Japón para que las tareas logísticas puedan continuar sin contratiempos”, dijo Kihara.
Cuando se han cumplido dos semanas del desastre natural, los graves daños en las infraestructuras de la zona aún mantienen inaccesibles por carretera muchas áreas de la península de Noto, por lo que las autoridades niponas han recurrido a la asistencia por vía aérea e incluso a pie por parte de las fuerzas niponas.
De este modo se intenta facilitar el reparto de alimentos y agua a la zona, acelerar el traslado de evacuados a instalaciones en mejores condiciones que las actuales y asistir a las más de 400 personas que continúan aisladas.
Un hombre camina junto a edificios destruidos tras el terremoto que ha asolado el centro del país y que ha dejado 62 muertos. EFE/FRANCK ROBICHON
Unas 19.000 personas cuyos hogares quedaron dañados o destruidos se encuentran alojadas en gimnasios y centros comunitarios, y en muchos de ellos las condiciones están lejos de ser idóneas, al carecer de suficientes suministros de bienes básicos, calefacción o agua corriente.
A ello se suma el temporal de frío y nieve que está azotando la zona en los últimos días, y que además de dificultar aún más el transporte por carretera, hace que proliferen hipotermias, enfermedades respiratorias y gastrointestinales y episodios de estrés.
Por ello, las autoridades niponas en colaboración con el sector privado ha comenzado a habilitar hoteles o ‘ryokans’ (alojamiento tradicional japonés) dentro y fuera de la prefectura de Ishikawa. Asimismo, se están instalando cerca de 250 viviendas temporales en la prefectura.
El último balance de fallecidos por el desastre natural ofrecido por las autoridades niponas asciende a 222, entre ellos 14 personas que murieron por motivos no directamente relacionados con el terremoto, si no por el deterioro de su salud derivado de verse obligados a abandonar sus hogares.
Además, 22 personas continúan desaparecidas tras el terremoto, y 1.036 resultaron heridas.
EFE