Un día después de los actos conmemorativos del 11 de septiembre de 2001, el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris entran en un período de intensa campaña para ganarse la Casa Blanca.
Según datos de ABC, más de 67 millones de personas vieron el debate de Filadelfia, pero las encuestas revelan que muchos votantes indecisos quieren conocer más sobre Harris.
La demócrata pidió un nuevo debate, mientras que Trump afirmó que ganó el martes y descartó en sus redes sociales que habrá otro enfrentamiento.
“Cuando un boxeador pierde una pelea, las primeras palabras que salen de su boca son: “QUIERO UNA REVANCHA”. Las encuestas muestran claramente que gané el debate contra la camarada Kamala Harris. Ella no se presentó al debate de Fox y se negó a hablar en NBC y CBS. KAMALA DEBERÍA CENTRARSE EN LO QUE DEBIÓ HABER HECHO DURANTE LOS ÚLTIMOS CASI CUATRO AÑOS. ¡NO HABRÁ UN TERCER DEBATE!”.
Trump estará en Arizona, mientras que Harris se enfocará en Carolina del Norte. Su campaña indicó que pretende ser más activa después de los comentarios positivos que ha recibido por su desempeño en el debate.
Kamala Harris, en Carolina del Norte, dijo sobre un nuevo debate:
«Creo que le debemos a los votantes tener otro debate. Porque esta elección y lo que está en juego no podría ser más importante».
Entretanto, este jueves, el Fiscal General Merrick Garland le reiteró a los empleados del Departamento de Justicia que esa agencia no será utilizada como un “arma política”.
“Merecen respeto. Como espero que ya sepan, tienen el mío, de todo corazón. También tienen mi promesa de que nada me impedirá jamás defender este departamento.”
Esto ocurre mientras Donald Trump ha hecho campaña con un mensaje de persecución política y amenazas veladas de convertir al gobierno en una herramienta de retribución.