En un video inédito grabado en la mayor cárcel de la policía política venezolana, en Caracas, un joven influencer argentino baila y canta gozoso, al ritmo de una melodía de los años 80, cuya letra versionó para describir lo que dice haber atestiguado allí dentro: “Venezuela no es como te dicen las redes, aquí hay mucha paz y un pueblo muy alegre”.
Diego Omar Suárez, un tiktoker más conocido por su alias Michelo 2.0 y que tuvo orígenes artísticos actuando como robot en las calles de su país, publicó la semana pasada al menos cuatro videos de su visita guiada a El Helicoide, que ha sido descrito por víctimas de graves violaciones de derechos humanos como el principal centro de torturas del país.
Un “infierno” lo han llamado quienes han estado en sus calabozos bajo torturas físicas y psicológicas recabadas en informes en el marco de investigaciones de crímenes de lesa humanidad y violaciones graves de derechos humanos contra la disidencia antichavista.
Sin embargo, para Michelo 2.0 es un edificio “rebonito”. “Todo es renuevo”, “no veo un centro de tortura, veo un centro para sanar” y “no hay gente que está siendo, ya saben, ‘tortugada’ (sic)”, comenta en sus grabaciones, a medida que personal del gobierno venezolano le muestra una comandancia, un restaurante, una cancha de baloncesto, espacios de salud, una barbería y una tienda de uniformes dentro de El Helicoide.
En otro de sus videos, Michelo 2.0 pide “ayuda”, pues lo estaban “persiguiendo” en el lugar, gritando mientras escapaba de un grupo de niños basquetbolistas que corrían tras él, de nuevo satirizando las denuncias sobre graves violaciones de derechos humanos.
Seguido por comunicadores del Ministerio del Interior y Justicia, administrado por el militar retirado, primer vicepresidente del partido de gobierno y ex golpista en 1992 Diosdado Cabello, el tiktoker dice que los prisioneros del Helicoide tienen acceso a servicios y áreas “VIP”, donde comen, duermen, reciben fisioterapias y atención sanitaria.
Derechos humanos bajo las sombras
Construido a mediados del siglo pasado sobre una enorme roca con el fin de ser un centro comercial, El Helicoide fue asignado en 1984 como sede de la policía política, la DISIP, hoy rebautizada como el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, el SEBIN.
Los videos de Michelo 2.0, que no incluyeron vistas de los calabozos, presos, ni entrevistas a funcionarios del SEBIN, sino de otros cuerpos de seguridad, son la contracara de las descripciones del sitio de parte de la Misión Independiente de Determinación de Hechos sobre Venezuela, designada por mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En su informe de 2022, los investigadores de Naciones Unidas advirtieron que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) “ha torturado o infligido malos tratos a detenidos, entre ellos políticos de la oposición, periodistas, manifestantes y defensores de los derechos humanos, principalmente en el centro de detención El Helicoide”.
En aquella época, la cifra de presos políticos rondaba los 200, según registros de la ONG Foro Penal. Mientras Michelo 2.0 grababa sus videos, esa lista incluía ya más de 1.700 nombres, entre ellos periodistas, activistas opositores, dirigentes políticos y manifestantes que protestaron los controvertidos resultados electorales de julio.
En su último informe, que coincidió con la divulgación de los videos del argentino, la Misión de Naciones Unidas denunció una “avalancha de graves violaciones a los derechos humanos” por parte del gobierno de Nicolás Maduro en la crisis político electoral. El reporte incluyó denuncias de torturas y decenas de detenciones arbitrarias.
Según voceros de la oposición y ONG, en El Helicoide están cerca de 70 políticos y activistas de “secuestrados” antes y después de la controvertida elección presidencial, como el dirigente de Voluntad Popular Freddy Superlano, el abogado de Vente Venezuela Perkins Rocha y la abogada especialista en seguridad y defensa Rocío San Miguel.
También estarían en sus calabozos Dignora Hernández y Henry Alviárez, dirigentes de Vente Venezuela, así como el activista de derechos humanos Javier Tarazona. Se sospecha que extranjeros detenidos por presuntamente participar en un complot político también están en El Helicoide.
¿Lavado de cara al chavismo?
En algunos medios argentinos, describieron la visita de Michelo como “guiada” y “asquerosa”, acusándolo de presuntamente “lavar la cara” al gobierno de Maduro, investigado por presunta comisión de crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional. Señalamientos similares, que rayaron en insultos, hubo en su contra en redes sociales.
Juan Doe, un tuitero simpatizante del presidente argentino Javier Milei que acaba de ser nombrado director de Comunicación Digital de su despacho, comparó la invitación del chavismo a Michelo con “la estrategia de Stalin”, dictador soviético del siglo XX.
El diario digital argentino Perfil, crítico de Milei, detalló días atrás que Michelo tiene 32 años, es oriundo de Aguaray, peronista y “adherente al Partido Justicialista”.
Michelo ha publicado asimismo videos sobre el país suramericano desde dentro de hospitales y en las calles de Caracas, burlándose en otros de sus críticos y de dirigentes opositores venezolanos, como Edmundo González Urrutia, a quien representa enfermo. «Venezuela está perfecta», ha dicho.
Organizaciones civiles, como Realidad Helicoide, Válvula Política y Cazadores de Fake News, junto al comando electoral opositor y la sección de derechos humanos de Vente Venezuela, advirtieron esta semana en un video que Michelo 2.0 “comparte doctrina ideológica con la dictadura” y busca “normalizar la tortura” y “maquillar la realidad”, reprochando su contenido.
“La tortura es política de Estado y necesitan que sea así para mantenerse en el poder. El Helicoide es el centro de tortura más grande en América Latina”, insistieron en un video publicado conjuntamente.
Cobijado por el chavismo
El chavismo dio tal protagonismo a Michelo 2.0 que Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional y hombre de confianza de Maduro para negociaciones políticas, le permitió hablar durante una sesión parlamentaria días antes de visitar el Helicoide.
En su discurso, llamó a los comunicadores digitales a “desmentir los fake news” sobre Venezuela y “combatir los mensajes de odio”. “Es una guerra digital”, apuntó, reivindicando su “fusil ideológico” para “mostrar la verdad”.
También participó en actos políticos con Maduro, quien recordó que perdió su antigua cuenta en Tik Tok con 23 millones de seguidores, debido a sus “ideas alternativas y humanistas”. El presidente elogió en uno de esos eventos televisados “la pureza» del alma del tiktoker argentino.
Los videos de Michelo 2.0, así como su discurso en la Asamblea Nacional, fueron compartidos por agencias y medios asociados con el aparato comunicacional del chavismo, como Agencia Venezuela News. La semana pasada, fueron tendencia en redes como X en Argentina y Venezuela.
Sus publicaciones desde El Helicoide son “un ejercicio de propaganda” del oficialismo venezolano que “falsea la realidad”, de acuerdo con Carlos Lusverti, abogado y profesor investigador del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello.
“Lesiona y revictimiza a las víctimas directas (de violaciones graves de derechos humanos), que son las personas que están recluidas no sólo en El Helicoide sino en otro centro de detención”, comenta el docente en conversación con la VOA.
De acuerdo con el último informe de la Misión Independiente de la ONU, existen otros sitios en Venezuela donde ocurren torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes contra disidentes del gobierno, resaltando la llamada “casa de los sueños”, ubicada en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar en Boleíta, en Caracas.
“Si bien este muchacho tiene todo el derecho de comunicar lo que corresponda en ejercicio de libre expresión, falsea la realidad, parece restarle importancia a estos elementos documentados por fuentes serias, internacionales, institucionales, que el gobierno venezolano se empeña por desmentir”, advirtió Lusverti, por su parte.
El investigador destaca que El Helicoide venezolano es equivalente a la Escuela de Mecánica de la Armada Argentina (ESMA), hoy museo y patrimonio mundial que fue entre 1976 y 1983 el mayor centro de detención y tortura clandestino en la dictadura.
Esta semana, la Justicia Federal de Argentina gestion órdenes de captura internacional contra Maduro y su ministro Diosdado Cabello, investigados por presuntamente estar implicados en la comisión de delitos de lesa humanidad en Venezuela.
La medida se diligenció por petición de víctimas venezolanas, representantes del Foro Argentino para la Defensa de la Democracia y la Fiscalía nacional.
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