CARACAS.- El ministro de la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, afirmó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) respetará los resultados electorales que sean informados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) el próximo domingo 28 de julio en las elecciones presidenciales cuando la mayoría de las encuestas dan por ganador al candidato opositor Edmundo González Urrutia.
El ministro aseguró que la FANB se conducirá según lo dicta el llamado «Plan República», un despliegue militar realizado durante todos los procesos electorales en Venezuela, cuyo propósito es el resguardo del orden y de la seguridad durante los comicios.
«¿Qué vamos a hacer? Vamos a hacer lo que está en el marco del Plan República, a esperar la decisión del pueblo transmitida a través del Consejo Nacional Electoral», dijo Padrino durante una alocución con integrantes de las fuerzas armadas realizada este miércoles 24 de julio día en que Venezuela conmemora el natalicio del prócer y libertador Simón Bolívar.
Asimismo, al referirse a las elecciones, el ministro indicó que «el que ganó a montarse encima de su proyecto de gobierno y el que perdió que se vaya a descansar».
Padrino López criticó las encuestas que dan una amplia ventaja al candidato opositor Edmundo González Urrutia, y se refirió al hecho de que sean difundidas como «encuestocracia» y señaló que «se quiere imponer por encima de la institucionalidad».
«Yo lo llamo la encuestocracia que se quiere imponer por encima de la institucionalidad, en este caso del CNE y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la encuestocracia quiere imponerse por encima de las instituciones, desdibujar la misión que tiene uno como Fuerza Armada Nacional Bolivariana y tienen las demás instituciones del Estado en el marco de la Constitución», expresó Padrino, que desestimó los contenidos que circulan en las redes sociales favorables a González y un triunfo opositor.
Este domingo 28 de julio Venezuela va a las urnas en las elecciones presidenciales, en las que Nicolás Maduro, que busca la reelección por un tercer periodo, y el opositor Edmundo González Urrutia se medirán para decidir el destino de Venezuela en los próximos seis años.
La mayoría de las encuestas de intención de voto dan como ganador a González por una ventaja de entre 12% y 20%. El chavismo gobierna Venezuela desde 1999, cuando Hugo Chávez llegó al Palacio de Miraflores con casi un 80% de los votos en las elecciones celebradas en diciembre de 1998.
En 25 años de chavismo, que implantó políticas socialistas, el país caribeño pasó a tener una economía fuertemente controlada por el régimen, con regulaciones y controles, que terminaron por desmotivar la inversión, al tiempo que la industria petrolera, su principal fuente de ingreso, se desmoronó debido a la corrupción y los malos manejos. La producción petrolera de Venezuela pasó de 3.2 millones de barriles por día en 1998 a 700.000 barriles diarios en la actualidad.
Es así como el país se ha visto sumido en una crisis económica, social, política y humanitaria cuyo impacto ha provocado que a la fecha unos 8 millones de venezolanos hayan migrado hacia países de Latinoamérica, EEUU y Europa buscando mejores condiciones para vivir, lo que a su vez generó una crisis migratoria regional y que los gobiernos de países vecinos de Venezuela tengan que lidiar con cientos de miles de migrantes que llegan a sus fronteras.
En ese sentido, el apoyo popular del que hace años atrás gozaba el chavismo se ha disipado. Las encuestas no le dan más de 30% de apoyo en las urnas. Las elecciones ocurren en un ambiente de desconfianza de los opositores hacia el CNE en cuanto a su imparcialidad, debido a que en procesos anteriores el organismo ha avalado procesos electorales que los adversos al régimen denuncian que han sido amañados y en los que la oposición no ha participado.
Maduro amenazó en varias ocasiones en la víspera de los comicios que si el oficialismo pierde las elecciones habrá «un baño de sangre» en el país. En contrapartida, los líderes opositores convocan a la paz y tranquilidad de los venezolanos.
Las amenazas de Maduro han provocado también respuestas de rechazo en líderes regionales como el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva, quien hizo un llamado a Maduro a respetar la voluntad del pueblo de Venezuela.
FUENTE: REDACCIÓN