Cuatro periodistas rusos fueron a juicio en Moscú el miércoles tras ser acusados de trabajar para un grupo anticorrupción fundado por el difunto líder opositor ruso Alexei Navalny y designado como un grupo extremista por las autoridades en 2021.
Antonina Favorskaya, Artyom Kriger, Sergey Karelin y Konstantin Gabov fueron arrestados a principios de este año y acusados de participar en un grupo extremista, un delito punible con hasta seis años de prisión. Los cuatro han rechazado las acusaciones.
El juicio, que se realiza a puerta cerrada, es el paso más reciente en la implacable ofensiva del Kremlin contra el disenso, la cual ha alcanzado niveles sin precedentes tras la invasión total de Ucrania por parte de Rusia, hace más de dos años. Las autoridades han atacado a figuras de la oposición, periodistas independientes, activistas de derechos humanos y rusos comunes que critican al Kremlin, acusándolos de delitos y faltas, encarcelando a cientos y haciendo que miles salgan del país por temor a la persecución.
Los cuatro periodistas están acusados de trabajar con la Fundación Anticorrupción, fundada por Navalny, que fue designada como extremista y prohibida por las autoridades rusas en 2021. Muchas personas consideran que esa designación tiene motivaciones políticas.
Navalny fue el enemigo más feroz y prominente del presidente ruso Vladímir Putin, e hizo campaña implacablemente contra la corrupción oficial en Rusia. En febrero, Navalny murió en una remota prisión del Ártico mientras cumplía una sentencia de 19 años por distintos cargos, entre ellos, dirigir un grupo extremista, los cuales rechazó, afirmando que tenían motivaciones políticas.
Favorskaya y Kriger trabajaban en SotaVision, un medio noticioso independiente ruso que cobre las protestas y los juicios políticos. Gabov es productor independiente que ha trabajado para varias organizaciones, entre ellas, Reuters. Karelin es videoperiodista independiente y ha trabajado para medios occidentales, entre ellos, The Associated Press.
Mientras eran conducidos hacia la sala del tribunal el miércoles, un grupo de simpatizantes los recibió entre aplausos. En el tribunal, los cuatro sonreían a sus seres queridos desde una celda de cristal.
Hablando con reporteros detrás del cristal, Kriger calificó el caso contra él y sus compañeros periodistas como una advertencia e instó a los periodistas que aún se encuentran en Rusia a que abandonen el país: “No es broma, cualquier persona puede ser acusada de cualquier cosa”.
Por su parte, Favorskaya habló de la esperanza: “Todo lo que ocurre ahora, la oscuridad que nos rodea, es pasajero, y definitivamente veremos el país que Alexei (Navalny) soñó, definitivamente viviremos en un país donde los derechos y las libertades serán (respetadas) y los periodistas y otras personas no serán encarceladas por sus opiniones”.
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