Drift fue uno de los perros rescatados por la ONG Breaking The Chains. Un edificio colapsó encima del animal tras un ataque con artillería.
Rusia está cometiendo un ecocidio en Ucrania, según UAnimals, una organización de derechos animales, cuyos comprometidos voluntarios desafían el peligro para rescatar a miles de animales de las zonas de primera línea del frente.
Lágrimas simbólicas aparecieron hace varias semanas en los ojos del perro y del gato en la escultura “Callejeros” dedicada a los animales abandonados en la ciudad española de Valencia en un esfuerzo por llamar la atención de la comunidad internacional sobre el impacto que la invasión rusa está teniendo no sólo en las vidas humanas en Ucrania, sino también en su naturaleza.
“Ecosistemas enteros han sido completamente destruidos y muchas especies están en peligro de extinción”, explicó a EFE Olga Chevganiuk de UAnimals, quien añadió que el impacto de este ecocidio afectará también a los países vecinos.
Según Chevganiuk, muchos testimonios hablan de que las tropas rusas mataron deliberadamente animales en las aldeas y los refugios ocupados. Miles de animales también han muerto en las granjas destruidas, los incendios forestales y las inundaciones provocadas por la destrucción de la presa de Kajovva, en la región de Jersón.
UAnimals ha tratado de mitigar los efectos al apoyar a los refugios y comunidades afectados. En muchos casos, la única manera de hacerlo es recoger animales, desde abejas hasta leones, y trasladarlos a zonas más seguras en Ucrania o el extranjero.
Misiones de rescate en las zonas de primera línea
El número de animales callejeros que necesitan cuidados ha aumentado considerablemente, afirmó Chevganiuk.
“Muchos de los dueños fallecieron” en la guerra, explicó Petia Petrova, una voluntaria búlgara que participa en las misiones de evacuación en Avdivka y otras zonas devastadas.
Petrova trabajó con PETA en Alemania y fue a la frontera polaco-ucraniana después del inicio de la invasión para ayudar a los refugiados que huían con sus mascotas. Pronto se mudó a Ucrania, donde ayudó a rescatar a más de 1.500 animales.
La realidad es dura para los animales, afirma.
“Los animales domesticados lo han perdido todo, su sentido de seguridad, su sentido de pertenencia. No saben lo que está pasando, es aterrador, peligroso y estresante”.
También le ha llamado la atención el sufrimiento de los animales de granja abandonados.
“Hay muchísimos, son tan grandes y difíciles de evacuar”, lamenta.
La voluntaria vio cómo las vacas morían dolorosamente a causa de las heridas de metralla en las granjas bombardeadas. “Esto es realmente difícil de ver”, confesó.
Rescatar al menos a algunos de ellos ha sido un importante acto de esperanza y Petrova está dispuesta a seguir arriesgando su propia vida en las zonas donde los ataques con misiles y drones rusos se han convertido en parte de la rutina.
Pese a haber sentido de cerca el calor de las explosiones, la búlgara sigue enfocado en el destino de los animales transportados.
Los ucranianos se preocupan por los animales
Un gran número de peticiones de ayuda proceden de los militares, subraya Petrova.
Un soldado que conoció cerca de Limán (este) sacó de la granja una oveja herida, que fue alcanzada por un misil ruso, con todos los demás animales quemados y encerrados dentro.
El soldado cuidó a la oveja hasta que se recuperó, informándose sobre las mejores maneras de cuidarla. Sin embargo, cuando el animal dio a luz inesperadamente a una cría, él tuvo que pedir ayuda a UAnimals.
“En otro caso que afectó a Petrova, los soldados ucranianos adoptaron una cría de zorro mientras se retiraban, bajo el fuego del enemigo, de sus posiciones en la región oriental de Járkiv al inicio de la invasión rusa. La cuidaron y ahora es una zorra hermosa y saludable, relata.
Se han rescatado todo tipo de animales, incluidos tigres o reptiles. Algunos han sido trasladados al extranjero, entre ellos cuatro leones que fueron al refugio “Primadomus” en Alicante.
Otros, como los gatos o los perros, suelen encontrar sus nuevos hogares en zonas más seguras de Ucrania, dice Chevganiuk.
“Incluso en tiempos tan difíciles, los ucranianos siguen preocupándose por los animales. Nuestra organización simplemente actúa como las ‘manos y herramientas’ de las personas que, tanto en Ucrania como en el extranjero, nos apoyan”, explica. EFE