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Un escalofriante suceso ha conmocionado al vecindario de Crown Heights, en Brooklyn, tras la muerte de Kith, un pitbull de dos años, arrojado desde el balcón de un piso 14. El responsable de este cruel acto es Alberto Morris, de 33 años, quien habría irrumpido en el apartamento de su amigo, Luis Gabriel Santamaría, para cometer el crimen.
Una amistad que terminó en tragedia
Luis Gabriel Santamaría, de 27 años, y Alberto Morris, ambos de origen panameño, se conocieron semanas atrás en Brooklyn y rápidamente entablaron una amistad. Sin embargo, Santamaría pronto comenzó a percibir comportamientos perturbadores en Morris, quien mostraba una actitud obsesiva con mensajes extraños, visitas inesperadas y largas horas tocando el timbre insistentemente.
La noche anterior al incidente, ambos asistieron a una fiesta de Halloween en Williamsburg, donde Morris, bajo los efectos del alcohol, exhibió un comportamiento agresivo e intentó iniciar peleas. En medio del altercado, Morris le robó las llaves del apartamento a Santamaría sin que este se diera cuenta.
Un crimen atroz
Previendo el peligro, Santamaría pidió a sus amigos que fueran a su apartamento, pero ya era demasiado tarde. Morris utilizó las llaves robadas para entrar y, tras un breve recorrido por el lugar, lanzó a Kith desde el balcón. Además, intentó arrancar una cámara de seguridad antes de huir.
Al llegar a casa, Santamaría se encontró con la desgarradora escena de su perro muerto en la acera. «Era literalmente mi mejor amigo», expresó el joven en redes sociales, desconsolado por la pérdida de su fiel compañero.
Indignación por la liberación del agresor
A pesar de la gravedad del crimen, Morris fue liberado bajo supervisión mientras espera su próxima audiencia en los tribunales. Enfrenta cargos por crueldad agravada hacia los animales, hurto mayor, posesión ilegal de propiedad robada y tortura animal.
La liberación de Morris ha generado indignación y temor en Santamaría, quien cuestiona la justicia del sistema que permite que alguien capaz de cometer semejante atrocidad permanezca en libertad. «No creo que ningún tipo de asesino debería estar fuera de la cárcel», declaró.
Este trágico suceso ha dejado una profunda huella en la comunidad de Crown Heights, que clama por justicia para Kith y un castigo ejemplar para su agresor.
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